Las modelos de la cultura PoP

Son jóvenes, esculturales y rebosan profesionalidad y soltura sobre la pasarela. Y tienen algo más en común: sus carreras como top models no comenzaron al ser descubiertas por un cazatalentos en un supermercado. Sino como celebrities. Son hijas, hermanas o sobrinas de… convertidas en carne de reality shows y revistas del corazón mucho antes de subirse a una pasarela. Y por ello son el blanco de las críticas de los puristas del mundo de la moda. Pero no les importa. Porque su carrera es imparable. Y su talento incuestionable.

Empezando por Kendall Jenner, la hermanastra de Kim Kardashian, que ha participado en hasta seis desfiles de la Semana de la Moda de Nueva York: Marc Jacobs, Vera Wang, Oscar de la Renta, Donna Karan, Michael Kors y Diane von Furstenberg. Y ha salido por la puerta grande, como una de las modelos internacionales más cotizadas del momento. Aunque todavía no ha conseguido deshacerse de la avalancha de prejuicios que pesan contra ella.

En los últimos diez años, Estados Unidos ha visto a Kendall crecer en el reality show Keeping up with the Kardashians, indiscutible trampolín para todos los miembros del clan, incluída Kendall. Hoy abre desfiles, ocupa portadas, causa furor en las redes sociales con casi diez millones de seguidores en twitter y veinte en Instagram y acaba de convertirse en el nuevo rostro de Estée Lauder. La firma dio con ella un cambio radical a su estilo publicitario, hasta ahora firmado por modelos consolidadas o grandes estrellas de Hollywood. «Es la nueva modelo de la cultura pop”, sentenció recientemente el director creativo de Balmain, Olivier Rousteing. Esta firma también ha sucumbido al encanto de las Kardashian.

La pasada navidad Kim y su marido, el todopoderoso rapero Kanye West, protagonizaron la campaña masculina de Balmain con unas apasionadas imágenes. Y no es la única marca de lujo en mostrar los encantos de la polémica estrella de la pequeña pantalla. Kim Kardashian ha vuelto a desnudarse recientemente, esta vez para la italiana Prada, bajo el objetivo de Steve Klein y en la revista británica «Love magazine».

La alta moda está dejando así de lado los prejuicios para abrazar su lado más pop. Algo evidente en la Semana de la Moda de Nueva York que recién ha concluido. Desde la modelo del año y actriz Cara Delevingne a Gigi Hadid, una de las favoritas de la publicación Sports Illustrated e hija de Yolanda Foster, la ex modelo holandesa protagonista ahora del reality show estadounidense The Real Housewifes of Beverlly Hills.

Fueron antes celebrities que modelos. Y han seducido a las marcas tradicionales, que ya desde hace tiempo están dejando claro que vez optan por más caras conocidas para impulsar sus campañas publicitarias. La exuberante cantante Nicki Minaj será la imagen de la temporada de primavera-verano 2015 de Roberto Cavalli. Y la rebelde Rihanna fue la cara de la campaña estival de Balmain en 2014, antes del desembarco de los West. Quizás esto sea sólo una muestra más del eterno tándem de la música y la moda.

Al igual que los modelos de Emilio Pucci que lució Beyoncé en su gira Mrs. Carter, junto a Jay Z, y los trajes de Tom Ford para las actuaciones de Justin Timberlake. O quizás desde que Kim Kardashian dio el salto a la portada de la biblia de la moda Vogue, la industria cambió para siempre. Pero mientras el impacto mediático y el tirón de ventas sigan acompañados de indudables muestras de profesionalidad, talento y mucha inteligencia emocional, nadie podrá detener a las nuevas modelos de la cultura pop.