Los eventos de la Semana de la Moda de Nueva York siguieron marcados por el efecto Covid-19. Se optó por una versión híbrida para adaptarse a la nueva realidad. Alrededor del 50 % de los creativos optaron por desfiles de moda en persona. Además, se redujeron las listas de invitados y muchos optaron por la transmisión paralela. La otra mitad eligió medios digitales que solo presentaban vídeos desde sus páginas web o redes sociales.
En este entorno resultó destacable la propuesta de Maisie Schloss con un modelo híbrido creando una pasarela basada en un holograma de dos metros de altura. Una versión futurista y psicodélica del asunto. «La moda no conoce fronteras», indicó Schloss, por lo que confío en una exploración de la línea a menudo borrosa entre la realidad y la fantasía.
En esta ocasión, como ha sucedido en los últimos años, se vuelve a confirmar el inexplicable éxodo de destacados diseñadores estadounidenses como Tommy Hilfiger, Ralph Lauren o Calvin Klein. Tom Ford se sumó a estos ausentes, cancelando su cita en Nueva York, al no poder completar su colección por problemas de producción por la expansión de la variante Omicron. Por otro lado, no faltaron firmas punteras como Brandon Maxwell, Jason Wu, Michael Kors o Carolina Herrera, que merece un capítulo aparte.
El pabellón que acogió el desfile Otoño-Invierno 2022 de Michael Kors estuvo marcado por la iluminación del logotipo del diseñador. En una conferencia de prensa, Kors indicó que «pensé en la resiliencia, la confianza y la fuerza, en el primer plan y en mostrarme con orgullo», en referencia a los momentos difíciles que tuvo que vivir Nueva York. «Sobre la epidemia del Sida, los atentados del 11 de septiembre y, por supuesto, sobre la pandemia de Covid-19 que ha azotado al mundo entero. Después del 11-S, se dijo que ya nadie viviría en el centro de la ciudad, pero luego pudimos ver este increíble y explosivo regreso del glamour».
Michael Kors considera a la Gran Manzana redescubriendo la bondad de vestirse elegantemente y salir. «Mi espectáculo es una declaración de amor por esta energía, esta capacidad de lucirse, de desfilar bellamente por las calles, donde quiera que vayas». Kors sugirió, entre otras cosas, prendas de abrigo cómodas y envolventes. Como un voluminoso abrigo Chesterfield, un abrigo ceñido en la cintura de forma espectacular por un cinturón.
En moda femenina el diseñador trata que sus clientas se sientan «como reinas en todas partes, incluso en la pista de baile cuando luce un vestido bordado con cristales con una línea de hombros asimétrica. El arte de la seducción también se sirve de brechas e incisiones estratégicas». Para demostrarlo contó en su pódium con varias flamantes estrellas del momento como Carmen Kass, Isabeli Fontana o Malgos Bela. Un brillante certamen que refleja el camino hacia la normalidad total de una vibrante ciudad como Nueva York, una vez se va superando la pandemia. Ojalá en la edición de 2023 no haya ninguna restricción.
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