El adiós de Ralph Lauren

La industria de la moda ha cambiado y el adiós de Ralph Lauren, icono del sueño americano, lo demuestra.

Dori Toribio. 05/10/2015

Nadie lo vio venir. La renuncia del mítico diseñador estadounidense como presidente ejecutivo del imperio Ralph Lauren cayó como una bomba en la industria de la moda a ambos lados del Atlántico, despertando de madrugada a muchos editores en París. Para crear las menos turbulencias posibles, Lauren anunció de inmediato a su sustituto a partir de noviembre: Stefan Larsson, de 41 años, expresidente de Old Navy, división de Gap, empresa a la que impulsó como responsable del crecimiento de operaciones globales, incrementando las ventas desde 3.000 millones de dólares a 17.000 millones y multiplicando por cuatro la expansión inicial que culminó en 44 países.

Ralph Lauren campaign
Ralph Lauren campaign

Lauren, de 75 años, insiste en que no se retira de la compañía que fundó hace medio siglo, sino que pasará a ocupar la dirección creativa de Ralph Lauren Corp. Larsson responderá ante él. Ha basado su decisión en lo que cree que es mejor para la empresa desde un punto de vista de liderazgo, ante el reto de expansión y competitividad del turbulento mercado global actual. “La compañía debe cambiar”, decía el comunicado. En la última década, Lauren se había dedicado a invertir dinero y esfuerzo en desarrollar la firma en el sector del lujo americano. Y los resultados no fueron los esperados.

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Stefan Larsson sustituirá a Ralph Lauren al mando de la compañía

El imperio de Ralph Lauren, que incluye una veintena de marcas, que van de Polo Ralph Lauren a the Purple Label, presentó una caída de 5,3% en sus ingresos del último año y sus acciones en Wall Street se han desplomado en torno a un 40% desde entonces. La decisión del diseñador estadounidense es una calculada medida fruto de razones empresariales prácticas. Lauren reconoció que probablemente había dejado de ser la mejor persona para dirigir su propia compañía en el futuro a corto y medio plazo, ante la inestabilidad y los retos del mercado. Y optó por un nombre externo a la firma para sucederle. Algo que ya ha ocurrido en los últimos tiempos con otros veteranos ejecutivos de la moda, que se vieron abocados a abandonar la dirección de la empresa que fundaron en su día, como Donna Karan, quien recientemente dimitió de su cargo para dar un cambio de rumbo.

Campaña Polo Ralph Lauren
Campaña Polo Ralph Lauren

La era de los diseñadores-fundadores de sus propias compañías parece llegar a su fin. Ese modelo de empresa de moda que arrancó a final del siglo XIX en París, despegó después en la época dorada de la alta costura en los años 20 con Chanel, evolucionó en la postguerra con Dior y Balenciaga, y explotó con el ready-to-wear a final de los 70. Ya pocas grandes marcas están en manos individuales o familiares.

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Hillary Clinton con traje pantalón de Ralph Lauren

Prescinden poco a poco de la fuerza motora que las creó. Y con el tiempo, la evolución es inevitable, como ocurrió con Vuitton bajo la batuta de Bernard Arnault. La retirada de Ralph Lauren, aunque comprensible desde un punto de vista racional y empresarial, deja un vacío en la moda y en la cultura popular estadounidense. Es un icono, como pocos otros diseñadores han conseguido en la industria de la moda y sus marcas son de las más reconocidas y consumidas del mundo. Ya lo dijo Audrey Hepburn en 1992: “Si dices que algo es muy Ralph Lauren, inmediatamente se entiende lo que quiere decir”.

Penélope Cruz ha sido imagen de la firma y la primera dama vistió un diseño suyo
Penélope Cruz ha sido imagen de la firma y la primera dama vistió un diseño suyo en su primera visita a la familia real británica

Su firma tiene un poder de evocación como pocos productos han conseguido, fruto de una persistente campaña de marketing, de la calidad de las colecciones y la atracción que genera la figura de Ralph Lauren. Va más allá de una firma de ropa. Representa y vende un estilo de vida, el del sueño americano. Mucho de ello se basa en la narrativa personal del diseñador neoyorkino, hijo de inmigrantes bielorrusos, nacido en el Bronx y creado a sí mismo con éxito. En sus ropas vende ese mismo sueño americano. Y una imagen que mezcla la difusión del estilo wasp (blanco, anglosajón, protestante), con el eterno cowboy, los orígenes indígenas, la comodidad deportiva o la elegancia exclusiva de tintes clásicos.

Robert Redford en 'El Gran Gatsby' con vestuario de Ralph Lauren
Robert Redford en ‘El Gran Gatsby’ con vestuario de Ralph Lauren

La gama es extensa. Pero el estilo no cambia. Siempre es Ralph Lauren. Sus prendas son atemporales, reconocibles, sin grandes riesgos. Y el común denominador es él: tez morena, camisa blanca, vaqueros, blazer y botas de cowboy. Así nació la leyenda de Ralph Lauren, que superó unos difíciles inicios. Después de trabajar años en las tiendas Brooks Brothers, fundó la marca Polo en 1967 y abrió una boutique de corbatas. Los icónicos polos fueron abriéndose camino en el mercado. Y su carrera despegó poco después, tras diseñar el mítico vestuario de la película ‘El Gran Gatsby’ en 1974. Desde entonces, fue imparable.

Sus campañas son
Campaña Ralph Lauren de Bruce Weber

Sus propuestas masculinas tuvieron una gran acogida y así se lanzó a presentar su primera colección femenina, que dio paso después a segundas líneas más asequibles, complementos y decoración. El logotipo se convirtió en símbolo del estilo americano: un jugador de polo inconfundible, que por épocas llegó a ser muy cotizado. Los precios fueron variando según la marca, no siempre para todos los bolsillos. Y hoy, gracias a las impecables campañas de publicidad de Bruce Weber, Ralph Lauren es un icono de estilo y cultura.

Gwyneth Paltrow, Penélope Cruz y Diane Keaton vestidas de Ralph Lauren
Gwyneth Paltrow, Penélope Cruz y Diane Keaton vestidas de Ralph Lauren

Hay momentos y personas que estarán para siempre asociadas a Ralph Lauren. Como el vestido rosa que Gwyneth Palthrow llevaba la noche de 1999 en la que ganó el Oscar, los originales trajes de chaqueta de la brillante Diane Keaton, gala tras gala, o el vestido negro que lució la primera dama de EEUU, Michelle Obama, en su primera visita a la familia real británica. Penélope Cruz fue imagen de la firma durante años, dejando estilismos inolvidables. Eddie Redmayne o Michael Keaton apuestan por Lauren Purple Lable en cada cita importante. Y la mismísima exsecretaria de estado de EEUU, Hillary Clinton, luce una colección extensa y multicolor de traje pantalón Ralph Lauren Women’s Collection en la campaña electoral que acaba de arrancar y puede convertirla en la primera presidenta de la historia del país.

Cameo de Ralph Lauren en la serie 'Friends'
Cameo de Ralph Lauren en la serie ‘Friends’

Pero si una imagen demuestra la conversión en icono del eterno Ralph Lauren es su participación en la mítica serie televisiva Friends. Interpretándose a sí mismo, como jefe de Rachel Green (Jennifer Aniston), con la que compartía inolvidables momentos de tensión en el ascensor de la sede neoyorkina. Ralph Lauren nació para quedarse y jamás ser olvidado. Su presencia se transforma. Pero no desaparece. Sólo deja paso a un cambio práctico y necesario, que sólo el tiempo podrá juzgar.

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