El primer traje de mujer cumple 100 años
Levi Strauss celebra el centenario del primer traje de mujer, que ha dado muchos giros y que ha supuesto un importante signo de empoderamiento femenino.
Levi Strauss acaba de celebrar el primer centenario de una de las prendas imprescindibles en el fondo de armario de cualquier mujer. El traje de dos piezas, chaqueta y pantalón, tuvo su primera aparición comercial gracias a esta icónica firma estadounidense a través de la marca Freedom-Alls. Fue en octubre de 1918, cuando estaba de moda aumentar el grado de libertad de las mujeres y su participación en cuestiones sociales limitadas hasta el momento solo a hombres.
“La historia de los jeans se cuenta a menudo como una historia para hombres”, dice Emma McClendon, Encargada Asociada del Museo en el Instituto de Tecnología de la Moda. “Esta es una historia de mujeres que llevaban prendas no convencionales y también una historia sobre libertad y empoderamiento”.
El primer traje de mujer era de una sola pieza
Freedom-Alls era un traje de una sola pieza que consistía en una chaqueta con cinturón y pantalones harén que se abrochaban cerca del tobillo para poder usarlos con botas. La prenda estaba disponible en azul con pantalones de rayas y en caqui oscuro.
Este traje fue una respuesta al papel más grande y más activo que jugaban las mujeres en los Estados Unidos, especialmente en el Oeste. En lugar de limitar su movilidad, la alentó y habilitó. La publicidad de la prenda mostraba que no solo era indicado para las tareas domésticas, sino también para las mujeres que se dedicaban a actividades al aire libre o que realizan actividades físicas; algo extraño por entonces, pero muy habitual en nuestros días.
Las mujeres de California usaban Freedom-Alls en sus bodas, por ejemplo, para montar a caballo con su nuevo esposo después de la ceremonia.
Una prenda que marcó un antes y un después en la moda
Se trata de un aniversario sin duda importante de una prenda que, desde entonces, ha estado en constante evolución hasta hacerse imprescindible en el vestuario de cualquier mujer.
El nacimiento de este traje dio paso a adaptaciones fantásticas de la moda masculina al imaginario femenino como por ejemplo el inolvidable esmoquin que lució Marlene Dietrich en 1930 en la película Morocco.
El traje de mujer en la actualidad
Pero no queda aquí la cosa, ya que el traje que la actriz Anne Hathaway utilizaría en la gala de los Oscar de 2011 (uno de sus once modelos) es uno de los más recordados de los últimos años. Sin tanta sobriedad, han sido sobre todo las actrices las que han adaptando el traje de chaqueta y pantalón a su vestuario y algunas, como Ellen DeGeneres, han recurrido al color para convertir el conjunto en algo único y personal.
Aunque si hablamos de personalidades que han hecho del traje un uniforme tenemos que citar a Hillary Clinton. A lo largo de su trayectoria política, esta prenda ha sido algo más que una opción para la esposa del ex-presidente estadounidense, luciéndolo de prácticamente todos los cortes y colores.
El traje de dos piezas se ha convertido, a lo largo de estos cien años y en sus múltiples facetas, en una prenda tan versátil que en el caso de la mujer aporta una elegancia extra y eleva su estilo en cualquier evento. Así lo demostró la modelo Cara Delevingne en la última boda real de Eugenia de York.
Brillante, mate, de lana o raso, la combinación de la chaqueta con el pantalón conservando el toque masculino es una máxima en las alfombras rojas de los últimos años. Combinable con zapato plano para el día a día o con tacón para eventos y ocasiones especiales, hoy celebramos el centenario de toda una revolución de la moda.