Las verdaderas clientas de la Alta Costura (I)

Como nos cuenta nuestra compañera Rosa Balsera todos los viernes, la alta costura está más viva que nunca. No es una afirmación vana, bajo mi punto de vista. Después de ver los desfiles y el ambientazo de los días en que se presentaron las colecciones de Haute Coature en París para otoño-invierno 2015-2016 (f/w 15/16) estoy convencida, tiene todo lo que una empresa multigeneracional desearía.

Nuevos valores capaces de dirigir las casas con talento creativo a la par que mentalidad empresarial, ampliación de la cantidad de personas que la demandan, no sólo con economías saneadas más que suficientemente para hacer frente a las facturas que están encantados de pagar y que valoran el producto no sólo por lo que a primera vista es, que en este caso ya es una barbaridad, sino que incluso lo consideran una inversión, además de auténticos objetos de arte y coleccionismo. 

Lo único que me preocupa acerca de la alta costura es la desaparición de algunos artesanos sin posibilidad alguna de que transmitan su savoir faire, su técnica, su producto. En concreto estoy pensando en la artesana que hace las pasamanerías de Chanel. Reconozco que es por auténtico desconocimiento, esta pena mía, pues supongo que todo está más que previsto. Y además, en un país como Francia, incluso se harán cursos de capacitación para ser las inefables «manos». Acerca de «las manos» y sin desmerecerlas en absoluto, me consuela más porque he visto en diferentes fotografías, vídeos, documentales, en vivo incluso, a personas bastante jóvenes en los talleres con sus batas blancas.

Si te gustaría saber más sobre lo que hablo te recomiendo que consigas ver un magnífico documental llamado Signé Chanel. Lo verás una y otra vez, no te cansarás, te emocionarás, conocerás algunas curiosas y divertidas costumbres, anécdotas y verás ¡qué grande es Lagerfeld! Mira cómo trata a «las manos», cómo se comporta en la fiesta. Mira cómo diseña el traje de novia. La perfección y el perfeccionismo, la calidad no se improvisa.

Al final del documental puedes ver cómo una vez que acaba el desfile empieza de nuevo el trabajo en los talleres de las casas de Alta Costura pues los diseños se harán a medida de cada clienta que los compre e incluso con las modificaciones que ella pida, como por ejemplo mayor largo de mangas o falda. Cuando se retiró Valentino, contaba Giancarlo Giammetti, salieron las máquinas de coser en La Maison Valentino y compraron dos, una de  ellas fué probada una vez y la otra quedó sin estrenar.

Pero, ¿quienes son las clientas? Os puedo contar cómo ha variado el perfil de la clienta de alta costura desde los años 30 hasta hoy pasando por los años 50-70 y más tarde por los 80-90 hasta la actualidad, pero seguro que te gusta más si lo hacemos a través del perfil de algunas de las clientas que no tienen problema alguno en que se les vea en los desfiles, se conozca su devoción e incluso algunas presumen muy orgullosas de su colección e incluso la prestan a museos.

Las verdaderas clientas de la alta costura suelen permanecer en la sombra, ajenas a la fama, pero algunos nombres transcienden y más en plena sociedad de la comunicación. De hecho, los diseñadores tienden a programar desfiles privados para que puedan asistir sin tener que exponerse mediáticamente. Quiero dejar algo muy claro, jamás daría un nombre de alguien que no quisiera salir bajo ningún concepto en un medio de comunicación. Las personas aquí nombradas son populares por su labor social, empresarial y/o profesional así como por reconocer públicamente que son compradoras y coleccionistas de alta costura con toda honra.

LAS ÁRABES. La jequesa de Qatar no es una excepción únicamente que tiene un papel público muy importante, dentro y fuera de su país. Mozah bint Nasser al-Missned es la imagen de la mujer moderna de los Emiratos Árabes, aúna como nadie los valores y tradiciones con la participación activa en la vida intelectual y social de su país e internacionalmente. Si quieres saber más sobre ella tiene una web muy interesante.

Las principales compradoras de alta costura hoy día están concentradas alrededor del Golfo Pérsico: Saudíes, Kuwaitéis, Qataríes y del resto de los Emiratos Árabes, que no dudan en gastarse más de 50.000 euros por modelo como mínimo, para asistir a un evento. Considerando que la temporada de bodas es la más importante en cuanto a lucir vestidos de Alta Costura se refiere, para los países árabes. Considera que las fiestas se celebran durante 7-12 días. Sólo para una de las bodas llegan a comprar entre 10 y 15 vestidos por invitada. Compran una media de 30 vestidos por temporada y persona.

LAS EUROPEAS. La mayoría de las europeas que actualmente compran alta costura suelen estar habituadas, algunas de ella desde la cuna. Otras han conseguido su sueño o han podido acceder por su propio estatus conseguido con su trabajo, herencias o matrimonios. No se puede hablar de compradoras de alta costura sin mencionar a la mayor coleccionista del mundo de diseños de alta costura: Daphne Guinness.

No sólo es una rica heredera criada en un ambiente eminentemente cultural, elitista, artístico y exquisito sino que además es considerada la mayor coleccionista de Alta Costura del mundo. Daphne ha hecho muchísimas colaboraciones con prensa escrita, vídeos, entrevistas en televisión documentales, etc. A mí, que ella me fascina me parecen todas interesantísimas. Pero además de ser una auténtica artista, colabora y diseña muchísimas piezas al año para marcas de enorme prestigio, es una gran filántropa y tampoco duda en mostrar su lado más humano para apoyar a sus amigos. Cuentan que Karl Lagerfeld y Manolo Blahnik la adoran, sus sensibilidades artísiticas y el enorme bagaje cultural hace que congenien a la perfección.

En España tenemos a Eloísa Bercero, heredera de los chocolates Elgorriaga, la crisis le ha pasado factura y ha vendido algunos de los modelos de su colección, probablemente la mayor que había en España. De ella, Karl Lagerfeld dijo que era la mujer más chic del mundo y cuentan que en el Ritz de París, durante una de sus estancias para asistir a los desfiles, Mohamed Al Fayed acudió al restaurante para verla. Todavía queda por saber más acerca de las clientas americanas, del lejano oriente y de las nuevas generaciones, pero esto será en el siguiente artículo.