Ser Donald Trump debe ser complicado. Pero ser su esposa no debe ser sencillo tampoco. El presidente de Estados Unidos, prosigue su visita oficial al Reino Unido en medio de la polémica. A su lado su esposa, Melania Trump, le acompaña en una visita de Estado que la pareja realiza en plena polémica por el fracaso del Brexit y el anuncio de dimisión de la primera ministra Theresa May, a la que han visitado por última vez en el número 10 de Downing Street.
Melania Trump intenta aportar un toque de diplomacia en sus apariciones públicas en este tipo de actos, incluso con sus atuendos. Pero esta vez, en lugar de agradar, la primera dama está recibiendo críticas. Su cuarto look en esta visita oficial ha contado, como los anteriores, con guiños hacia prendas clásicas británicas. En este caso la gabardina, que forma parte también de los looks más clásicos de la primera dama, y que esta vez incluso ha retocado con un cinturón ancho que recuerda al estilo usado por muchas royals europeas últimamente.
Lo que ya no estaba en el guión y se ha tomado como algo ofensivo incluso por ciertos medios británicos era la falda de cuero negro que llevaba bajo la gabardina. Una elección demasiado arriesgada, aunque sea para visitar por última vez a la primera ministra británica antes de su adiós. Sus complementos: bolso Birkin de Hermès y salones de Manolo Blahnik.
En la noche de ayer pudimos asistir a uno de los duelos de estilo más esperados. Una cena de gala con la que la reina Isabel II agasajó a Donald Trump con todos los honores en el Palacio de Buckingham. Una cita muy especial donde el color blanco se convirtió en el mayor protagonista, ya que tanto Melania como Kate Middleton escogieron este tono para sus looks.
Melania lució un vestido firmado por Dior Haur Couture de corte recto y con un llamativo escote con transparencias. Como complemento escogió unos guantes largos del mismo color que el vestido que, recordaban a las grandes femmes fatales del cine clásico de Hollywood.
Por su parte Kate volvía a lucir un diseño de Alexander McQueen con escote redondo, manga corta y una falda de vuelo marcada a la cintura. Además Kate lució por primera vez la banda azul, con laterales rojos y blancos de la Real Orden Victoriana, que le otorgó el pasado mes de abril la propia Reina Isabel II; y la tiara favorita de Lady Di, la Cambridge Lover’s Knot, una diadema don diamantes y perlas de 1913.
Si en la visita el año pasado Melania lució un vestido de la firma de Victoria Bekcham, en esta ocasión ha decidido apostar por grandes firmas de moda de alta costura. En su llegada al aeropuerto pudimos ver a la primera dama luciendo un traje de chaqueta azul marino con falda lápiz, y una blusa con una lazada y estampado tipo pañuelo de Gucci. Un look muy a la moda, elegante, formal y con cierto parecido a los outfits típicos de oficina.
Como complemento llevaba unos unos salones del mismo color que el traje y unas amplias gafas de sol. Para los más observadores, es llamativo que los colores escogidos por Melania para su look son los mismos de la bandera de EE.UU, el rojo, azul y blanco, un destalle muy significativo.
Tras aterrizar en Londres, Donald Trump y Melania fueron en helicóptero hasta el Palacio de Buckingham, donde fueron recibidos por el Príncipe Carlos de Inglaterra, su mujer, Camilla y la Reina Isabel II, que ejerció de anfitriona en una comida privada. Para el recibimiento, Melania optó por cambiar su atuendo y escogió un look clásico y atemporal, formado por un vestido blanco abotonado, ceñido hasta la rodilla, con detalles azul marino en el los cuellos del vestido y un cinturón que marcaba su figura.
Este vestido que firma Dolce&Gabbana, destaca por su elegancia y sobriedad, lo que le hace perfecto para una recepción de palacio. Sin embargo, el outfit ha sido muy comentado por las posibles referencias que la primera dama de EE.UU haya podido tener a la hora de elegirlo.
Si bien es cierto que ese estilo recuerda mucho a los diseños de Coco Chanel, los británicos han visto en Melania una clara referencia a la fallecida Lady Di, quien optaba en numerosas ocasiones por looks de estilo navy. En concreto, lució un traje muy parecido al escogido por Melania.
Para completar el outfit la primera dama volvió a decantarse por unos elevados salones de color azul marino, y un sombrero de ala ancha, de los mimos colores que el vestido, de Hervé Pierre. También destacar que tanto Melania, como Camila escogieron el color blanco como protagonista de sus looks, un tono que parece estar muy de moda esta temporada.
*Foto principal: @mcervantes3343 Twitter.
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