¿Tenemos derecho a vestir como queramos?
La moda es una base excelente para construir y mantener buenas relaciones, y la imagen personal es la herramienta que las hace posibles.
La imagen transmite emociones. La emoción positiva es una variable subjetiva, definida por lo que uno piensa y siente (Rojas-Marcos, 2014). Y ni qué decir tiene que los ojos, la boca, la postura y el rojo del vestido son el mejor marco para las joyas que luce Madonna en esta imagen y que dan nombre a la colección ‘Bestiario’. Todas ellas son vehículo para un mensaje muy concreto: la belleza es fuerte, en contra de la simbología más tradicional que la ha situado en el imaginario de la debilidad. En este caso, nos traslada al concepto bella-bestia, frente a la bestia-bella.El cuerpo es un mundo de posibilidades para generar emociones positivas fruto de nuestra realidad más subjetiva e inconsciente.
Cada vez estoy más convencida de la influencia de la moda en nuestro estilo de vida. Por ejemplo, los modelos de familia en cierta manera están siendo inspirados por las marcas. De acuerdo con Laura Rojas Marcos, la cultura, los valores y la sociedad determinan nuestro estilo familiar, y en la actualidad las marcas tienen un gran peso por los modelos que proponen en la cultura y los valores.
En este sentido, ¡qué difícil es ser fiel a uno mismo para no caer en las garras del qué dirán!. Un “qué dirán” que no nos paralice y no sea causa de agresión a los demás. La encuesta sobre tendencias que he realizado refrenda esta idea, una de las encuestadas apelaba a esta idea: “No tanta agresividad en el diseño”. La sociabilidad del ser humano es más que una evidencia, pero necesita ser aprendida, y no siempre se es consciente de ello, y menos del papel socializador de la indumentaria.
No cabe duda de que existen personas tóxicas, que ensucian y hacen irrespirable la convivencia. De igual modo hay prendas tóxicas que dificultan la comunicación. O por lo menos impiden que surjan en nosotros emociones positivas. Por ejemplo… en cuantas ocasiones hemos dicho al ver la imagen que porta una persona:“Esa chica o ese chico, parece que no tiene quien le quiera” ¿Qué transmitimos con esa expresión? Esencialmente que si alguien en su alrededor se hubiese preocupado por el/ella, no le hubiera dejado salir a la calle, porque va mal.
Nuestro arreglo personal transmite:
- Si amamos o si nos aman.
- Si tenemos intención de realizar una comunicación positiva.
- Si somos fieles a nosotros mismos.
Pensándolo bien, no sabría identificar el orden de importancia de estas tres características. Porque las tres lo son. Sin amor no podemos vivir y sin paz tampoco, tanto interna (fidelidad a nosotros mismos), como externa (comunicación positiva).
Actualmente se reivindica un pseudo-derecho para vestir sin ningún criterio de referencia externa, solo nuestra referencia subjetiva, sin tener en cuenta las repercusiones que puedan provocar en los demás. Una de las participantes en la Encuesta de Tendencias Reales Tu look habla se posicionaba claramente al respecto: «No hacer del cuerpo un escaparate de carne fresca”.Así, mi respuesta a la pregunta «¿Tenemos derecho de vestir como queramos?» es SÍ. Siempre que el ejercicio del derecho sirva para construir emociones positivas.
*Referencias: Rojas-Marcos, L. (2014). La familia. De las relaciones tóxicas a las relaciones sanas. Barcelona: Grijalbo. *Portada:Madonna lució la exclusiva sortija Tigre de Carrera y Carrera de la colección Bestiario. Así la vemos posando la espectacular sortija en el selfie que ella mismo colgó en su Instagram.