El look nupcial de Lady Di siempre será recordado por los casi 8 metros de cola que tenía el vestido, sus mangas abullonadas y la bonita tiara Spencer que sujetaba el velo. La princesa de Gales decidió aquel día romper un poco las normas y lucir una bonita y lujosa diadema de su familia que ha pasado a la historia.
Una joya de gran valor económico y sentimental que ve ahora la luz por primera vez desde 1960. Y es que con motivo de las celebraciones del Jubileo de Platino, la casa de subastas Sotheby’s va a exponer la tiara en Londres junto a 50 grandes tesoros de la realeza y aristocracia.
La famosa diadema, conocida como Spencer Tiara, es una herencia familiar de la princesa Diana. Ésta fue un regalo de bodas para la abuela de Lady Di, Lady Cynthia Hamilton, cuando se casó en 1919. En aquel entonces recibió como regalo la parte central de la diadema, y no fue hasta 1930 cuando la joyería Garrard transformaría la tiara en la pieza que conocemos hoy en día y que lució la desaparecida princesa en su boda con Carlos de Inglaterra en 1981.
Se trata de una tiara muy sencilla, de temática floral, creada a partir de diamantes de diferentes tallas que forman estrellas, tulipanes y hojas. Una joya que se calificó de «básica» cuando Lady Di la lució en su boda en 1981. El motivo es que levantó recelos por ser una joya familiar en lugar de la Lover’s Knot, regalo de boda de Isabel II.
Sin embargo, su boda no sería la única ocasión en la que Lady Di luciera la tiara Spencer, pues a lo largo de su etapa como princesa la llevó en varias ocasiones para actos oficiales y cenas de Estado. Una tiara que en esos años no solo lució ella, pues cuando se casó su hermano Charles Spencer, la mujer de éste también la llevó.
Tras la muerte de Lady Di en 1997, al ser una joya familiar, pasó a manos de su hermano, que es quien la tiene actualmente. No obstante, no la ha guardado en secreto todos estos años, pues su sobrina Celia McCorquodale, hija de su hermana Lady Sarah, continuó la tradición y la lució en su boda en 2018.
Tendremos que esperar unos años para ver si la princesa Charlotte decide seguir los pasos de su abuela y lucir también la Spencer tiara. Y es que al ser una joya familiar, la hija de los duques de Cambridge es una de las herederas de la misma y podría lucirla si quiere en futuros actos oficiales.
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