¿Debemos llevar a los niños a los toros?

El Comité de los derechos del niño de la ONU ha ratificado que la tauromaquia infantil vulnera los derechos del niño.

Patricia Peyró. 18/09/2015

Un año más, se ha montado un buen revuelo con la fiesta de El toro de la Vega, una celebración no comprendida por casi nadie, a parte de por los propios participantes de Tordesillas. El debate que separa la tradición de lo presente está servido en la “lucha entre el toro y el hombre”. Una batalla presenciada en muchas ocasiones por niños. ¿Hacemos bien en llevarlos a los toros?

Aunque algunos hacen distinciones entre la tauromaquia y la Fiesta Nacional, respecto a este tipo de celebraciones, lo cierto es que una gran parte de la población considera a todas ellas una manifestación de maltrato hacia los animales. Sin entrar en mayores debates, debemos preguntarnos como padres, cómo afectará a nuestros hijos el presenciar un espectáculo en el que se combinan la sangre, el sufrimiento y los vítores a la muerte.

Michelito, el niño torero
Michelito, el niño torero

¿Cómo les puede afectar ver un espectáculo de muerte y sangre?
La edad a partir de la cual está permitido entrar en los toros es todo un misterio, ya que no existe una legislación estatal o regional que establezca unos límites de edad, si bien a partir de los siete años la mayoría de las plazas de los pueblos de España no pondrán pegas para que cualquier niño entre a ver una corrida, incluso sin estar acompañado por un adulto.

Aunque el rechazo hacia los toros se entiende como un tema relativamente nuevo y en ocasiones vinculado a la izquierda o a los “progres”, la preocupación por cómo pueda afectar a los más pequeños no tiene nada de nuevo. Ya en el año 1999, el Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid encargó varios estudios sobre el tema a diferentes doctores y catedráticos en psicología. En sus investigaciones llegaron a algunas conclusiones:

toroschavales
Niños y adolescentes presencian violencia hacia los animales y, en ocasiones, ellos participan de ella, pudiendo ser heridos, además, en algún accidente
  • Las corridas de toros no les gustan a la mitad de los niños. Sólo un 7% de los niños muestreados afirmó acudir frecuentemente con sus padres.
  • Dos de cada tres niños consideraba los toros un espectáculo menos violento que el boxeo.
  • Entre el 30% y el 50% de los niños lo consideran una forma de maltrato a los animales.
  • Las corridas pueden aumentar la agresividad, la ansiedad y el impacto emocional de los niños.
  • Los niños menores de 14 años tienen escasa información sobre los toros y su opinión es neutra tirando a negativa: el 72,21% mostraba un actitud negativa hacia este espectáculo.
  • Estos resultados contrastan con la percepción de los padres, quienes no veían problema en que sus hijos visionaran las fiestas taurinas.
Foto: Arizmendi
Seguramente a los niños de hoy no les gusten los toros como a su generación predecesora.Foto: Arizmendi

Aunque en estos estudios no se encontró una relación entre el visionado de los toros y la psicopatología, especifican que sí podría darse algún caso de Estrés Post-traumático en casos eventuales muy graves. Sabemos que los Millennians no fueron muy amigos de lo taurino durante su infancia. Pero quedamos a la espera de nuevos estudios que actualicen la vivencia de los niños de la generación Z e hijos de lo digital.

Por el momento, el Comité de los derechos del niño de la ONU ha ratificado que la tauromaquia infantil vulnera los derechos del niño y se así se ha pronunciado en contra de que los niños asistan y participen en estos eventos en países de gran tradición taurina como México y Portugal. ¿De verdad alguien cree que a los niños de hoy les van a gustar los toros más que a su generación predecesora?

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