Feminidad
Competitividad y feminidad pueden y deben ir juntas y de la mano.
Pasado ya el Día Internacional de la Mujer me gustaría hacer una defensa de algo tan importante y descuidado como es la feminidad. Es una cualidad la feminidad que es innata en la mujer y no podemos perder. Pero que tantas veces ignoramos en nuestros esfuerzos por una malentendida igualdad. Una cosa es la lucha por la igualdad de derechos y otra muy distinta es que los hombres y las mujeres seamos iguales, que no lo somos.
Durante estos últimos años las mujeres nos hemos vuelto más competitivas y hemos escalado puestos. En muchos casos dejando a un lado nuestra feminidad. Tenemos la suerte de tener innata una cualidad que nos empeñamos en ignorar. En gran parte porque no la vemos como una virtud sino erróneamente como defecto u obstáculo para nuestra actividad profesional.
Competitividad y feminidad pueden y deben ir juntas y de la mano. Hay ejemplos muy espectaculares de mujeres que han sabido mantener intacta su feminidad y han culminado grandes logros y cumplido inmensas expectativas profesionales. Véase los casos de Rachida Dati, Ministra de Justicia con Nicolás Sarkozy, Christine Lagarde, Directora Gerente del FMI o Marissa Mayer, presidenta deYahoo que eligió a VOGUE para dar su primera entrevista. Todas ellas son mujeres que cultivan su feminidad y que la muestran con orgullo.
Es curioso como nos gusta estar al tanto de la moda, de lo que se lleva y seguirlo en muchos casos al pie de la letra. Sin darnos cuenta que las modas pasan, pero el estilo, nuestra esencia, permanece y es la base de nuestra personalidad. Disfrutemos de ser mujeres, de ser femeninas, cualidad necesaria para formar nuestro estilo, nuestra personalidad y sigamos luchando por tener nuestro sitio sin confusiones.