La amistad con el ‘Ex’, ¿es posible?

“Muy bien, lo dejamos”. Tras esta frase empiezan los peros...  Desde quién se queda con los hijos (y quién los paga), hasta quién conserva el sombrero mexicano de Cancún en el reparto. Con la decisión de dejarlo se  plantean  una  serie de dudas que exigen una reorganización vital. 

No es fácil terminar una relación, pero es algo que puede suceder en la vida, y no siempre al estilo  de La  guerra  de  los  Rose. A veces se toma la decisión de actuar civilizadamente y la idea es dejar que la relación evolucione hacia una amistad. Sin embargo, siempre será una amistad “con matices” en la que habrá que establecer unas buenas normas de exconvivencia. Los últimos datos correspondientes con las estadísticas en España hablan de un repunte en la tasa de divorcios, que se dispara y crece un 7,2% en el 2014 respecto al  año anterior, según el Consejo General del Poder Judicial.

¿Qué lo hace tan difícil? Cuando una pareja se rompe, casi  siempre la decisión ha sido determinada, al menos en mayor parte, por uno de los dos. O, dicho con otras palabras: uno deja al otro. Todo ello tiene unas implicaciones que se traducen en que siempre hay un miembro de la expareja que va a sufrir más y al que le va a resultar mucho más difícil que al otro asimilar la nueva situación. La cosa se complica aún más cuando la ruptura ha sido motivada por una  tercera  persona.  

El periodo de duelo por la pérdida de la pareja es variable, aunque se estima en unos dos años a un nivel emocional. Es decir, hasta entonces, lo normal será estar pendiente del otro: de si sale con alguien, de si rehace su vida… Si la pareja lo consigue y uno mismo fracasa, aparecerán sentimientos de rabia y frustración que podrán traducirse en comportamientos poco amables o incluso rastreros, en los que con frecuencia se utilizará a los hijos como vía para hacer daño al otro.

La vida digital y el poder enterarse de lo que hace el otro en tiempo real tampoco ayuda, por lo que los especialistas aconsejan no espiar o “stalkear” al ex en las redes sociales e incluso evitar la interacción por esta vía, aunque sea vía bloqueo.

Facilitarán la amistad: 

• Dejar de mirarle como el peor enemigo y pensar en él como amigo
• No confundir esta nueva relación cordial con la posibilidad de volver
• Respetar si él prefiere no verte todavía y necesita su tiempo
• No verle como un objeto de tu propiedad: ya no es tu pareja
• Cooperar con la situación: la indiferencia poco ayudará en este asunto

La Doctora Psicóloga  Vanesa Fernández López aconseja “aceptar las emociones negativas como parte del proceso, y aprovechar el apoyo familiar y social que nos brinde nuestro entorno más cercano, sin renunciar a esos momentos de soledad e introspección tan necesarios”. En este sentido, es poco realista y práctico lanzarse a una nueva relación hasta encontrarse uno bien solo, pasando por las etapas de negación, rabia, negociación, tristeza y aceptación, implicadas en el proceso de separación.