El lujo mueve 6.000 millones de euros en nuestro país

Nuestros economistas lo vienen diciendo desde hace tiempo, el escenario del lujo ha cambiado y son muchas las variantes que ahora entran en la ecuación de uno de los sectores más importantes de nuestra economía. Solo en España, el comercio de lujo mueve unos 6.000 millones de euros anuales, registrando una facturación el año pasado un 15% superior  a la del ejercicio anterior debido, fundamentalmente, a las exportaciones y el turismo.

Así lo comunicaban ayer desde la escuela de negocios ESADE de Madrid en la celebración del I Congreso del Lujo Internacional de nuestro país, ‘Luxury Spain Summit’, organizado en colaboración de LuxHub-Havas Media Group. Un evento único que se cerró con un absoluto éxito de público y que contó con la presencia de los representantes de las mejores firmas nacionales e internacionales del lujo de prácticamente todos los sectores.

La secretaria de Estado de Turismo, Isabel Borrego, era una de las primeras en intervenir afirmando que «España es el tercer país receptor de turistas internacionales que han gastado en nuestro país casi 67.000 millones de euros. Contamos con 68 millones de prescriptores, lo que nos demuestra que turismo y el lujo van de la mano y son fundamentales para nuestro crecimiento».

Así, el turismo gana enteros y se sitúa en el tercer puesto dentro del mercado del lujo español, liderado indiscutiblemente por los sectores Gourmet y Belleza. Así lo afirmaba ayer la directora general de LuxHub, Ana Picó, en vista de los resultados del estudio ‘Luxury Customer Journey’ para conocerlas tendencias del lujo mundial así como el perfil de su consumidor actual. «Las reglas del juego han cambiado y esto tiene que ver con el boom de las nuevas tecnologías y la convivencia de generaciones ‘tradicionales’ con otras más jóvenes y entregadas a los nuevos canales. El futuro inmediato son las compras desde las redes sociales mientras siguen proliferando las pop up stores, las apps, las experiencias de compra… Ya no es la el cliente quien acude a la marca, ahora también es la marca la que se aproxima al consumidor, se interesa por lo que quiere y se lo intenta dar de la manera más original y personalizada posible».

En España, al igual que en resto del mundo, preferimos comprar en los canales tradicionales pero nos inspiramos en los canales online para saber lo que queremos. Según los datos, solo un 15% se anima a la compra online aunque el 80% reconoce que estos canales son importantes para decidirse. Los puntos de venta, los escaparates, las redes sociales, las opiniones de la gente, las webs de las marcas y los diferentes puntos digitales son, por este orden, lo que más inspira a los consumidores a la hora de comprar.

«Seguimos queriendo ir a la tienda para asegurarnos de que la calidad de lo que compramos es la adecuada y porque damos muchísima importancia al customer service«, afirmaba Ana Picó. «El consumidor quiere ser sorprendido por la marca (con códigos QR, realidad aumentada o sms personalizados en función de sus hábitos de compra) y las marcas deben aprovechar esta interacción para destacar, ofreciendo una experiencia única sin perder su identidad», sentenció.

En ello coincidieron también los representantes de firmas internacionales como Hermès, que sigue apostando por los escaparates únicos y vinculados culturalmente al lugar donde se encuentran; o nacionales como la ginebra Gin Mare, que ofrece opciones y experiencias al consumidor para que su producto tenga recorrido y se adapte a los gustos y preferencias de cada uno.

Pero no fueron los únicos. En las mesas redondas Internacional, Gourmet, Belleza, Lifestyle, Medios de Comunicación, Tecnología y Accesorios; y Lujo y Mecenazgo se dialogó y opinó ayer sobre las estrategias y modos de ver el lujo desde la perspectiva de los mejores. Puntos de vista y conclusiones de un universo cambiante y sin duda importantísimo para la economía de nuestro país.