El lujo quiere olvidar 2016
No ha sido un gran año para el sector del lujo, según los datos de la consultora Bain & Co., que es la principal referencia mundial en este sector.
2016 no ha sido un gran año para el sector del lujo. Según los datos de la consultora Bain & Co, que es la principal referencia mundial en este sector, las ventas de productos de lujo se reducirán este año un 1 % hasta unos 249.000 millones de euros, su comportamiento más flojo desde 2009. Se trata del tercer año consecutivo de desaceleración para el sector del lujo.
Hay varias causas que explican este retroceso. En primer lugar, las principales economías del mundo están dando señales de que la recuperación se mantiene, pero no con el ritmo necesario. Las tasas de crecimiento son moderadas y eso limita la capacidad de compra de una parte importante de la población.
En segundo lugar, Europa se ha visto perjudicada por el terrorismo, que ha limitado el turismo procedente de otras regiones (Estados Unidos, Asia…) y que son un claro comprador de productos de lujo. Este efecto ha pesado especialmente a uno de los principales mercados del Viejo Continente, Francia, que es además la base de operaciones de varias de las principales empresas del mundo, con LVMH a la cabeza.
La tercera razón, ligada con las dos anteriores, es que los motores de crecimiento del lujo en los últimos años no han sido capaces de recuperar el ritmo del pasado. Ni Rusia ni sobre todo China son capaces de generar el ritmo de expansión de las ventas que veíamos en la pasada década. Está claro que China está recuperándose, pero no lo suficiente todavía como para ser capaz de sostener el crecimiento mundial en solitario. No hay un número suficiente de nuevos compradores en el mercado que sean capaces de impulsar las ventas.
En su Global Luxury Study, la consultora prevé que las ventas de la industria del lujo crecerán entre un 3 y un 4 % en 2017, lejos todavía de las tasas de crecimiento de doble dígito de los años postcrisis.
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