León, visita imprescindible

Dicen los leoneses que la estatua del militar y noble Guzmán el Bueno lo deja claro cuando se accede a la ciudad por tren o por autobús. Y es que su brazo izquierdo extendido señala hacia la ubicación de Renfe. De ahí el dicho popular local de «Si no te gusta León, ahí está la estación». No quieren que ningún visitante esté a disgusto en la ciudad. Así que los que llegan a la capital se van a encontrar con gentes hospitalarias.

Los primeros pobladores de la ciudad fueron los soldados romanos porque el Imperio encontró en León en el año 15 a.C. el lugar ideal para instalar su campamento permanente hasta el siglo V d.C. La ubicación no sólo respondía a una estrategia defensiva sino también al control, vigilancia y mantenimiento de los recursos mineros, especialmente de oro. En la actualidad aún quedan en pie parte de las murallas de la Legio VII que encerraba el recinto militar además de otros restos de esos asentamientos. El día 10 de junio se conmemora el origen romano de la ciudad con distintos eventos.

León también ocupó un lugar importante en el ámbito internacional durante la Edad Media gracias al Camino de Santiago que  atrajo a muchos peregrinos. La ciudad contaba con infraestructura para alojar a los extranjeros que intercambiaban con los locales las distintas corrientes de pensamiento europeas. En esta época, en la muralla romana se abrió una nueva puerta (la cuarta)  para dar salida al camino de Santiago, por las inmediaciones de San Isidoro. La visita a esta Basílica es imprescindible  porque supone el conjunto románico más importante que existe en España.

Como también es de visita obligada la Catedral. El protocolo del Camino exige detenerse ante esta gran obra del gótico español. Tras visitarla no está de más acercarse por el Barrio Húmedo donde se da buena cuenta de la gastronomía tradicional leonesa (una excelente opción es «ir de vinos» descubriendo los bares y restaurantes repartidos por sus calles empedradas y alrededores). Tampoco hay que dejar de admirar la Plaza Mayor en cuyos soportales se esconden tascas y bares. También da cabida a un hotel de poco más de 50 habitaciones que ocupa una casa señorial del siglo XVIII.

No hay que perderse la visita al Hostal de San Marcos, hoy sede de un Parador con un restaurante, Rey Don Sancho, con excelente materia prima, decoración muy agradable (el suelo damero de mármol es una maravilla) y ambiente excelente (también recomiendo entrar a tomar un café entre anchos muros de piedra, tapices y armaduras. Ojo! Visita obligada a su claustro interior). Cerca de este enclave con fachada plateresca se encuentra un edificio radicalmente distinto, con una fachada realizada con vidrios de colores. Se trata de la sede del Museo de Arte Contemporáneo (MUSAC) que este año cumple su décimo aniversario y cuenta con numerosas exposiciones.

Pero León tiene mucho más que ver… Como la modernista Casa Botines, proyectada por Gaudí, construido en un tiempo récord: menos de un año a partir de 1892. Detrás de este edificio está el Cid, otra zona que gusta mucho a los leoneses para ir de tapeo. Cuando se visita León no hay que dejar de probar la cecina, con indicación geográfica protegida, la morcilla, sus legumbres o el bacalao al ajoarriero (también se cocina de esta manera el congrio).

Una propuesta gastro con decoración de tendencia y carta llamativa (pero no con platos típicos leoneses) es la que ofrece un restaurante de reciente apertura en la ciudad ubicado en la azotea de un hotel emblemático (el Conde Luna), en el casco viejo. Se trata de niMú Bistró (tiene otra sucursal en Madrid, dentro del hotel Adler). Decorado por Pascua Ortega ofrece unas vistas espectaculares de los monumentos más destacados de la Legio VII mientras se saborea una ensaladilla rusa con cigalitas o una merluza de pincho con pimientos del Bierzo.

Así que lo de ir a la estación para abandonar León, como dice el dicho popular, mejor lo dejamos para cuando hayamos visto lo mucho que ofrece esta ciudad. Para llegar, la mejor opción desde Madrid es hacerlo en tren (En Alvia a menos de tres horas de distancia).