La fiebre ABBA ataca de nuevo

'ABBA Live tv', la nueva historia de los músicos suecos, se estrenó anoche en Barcelona con un rotundo éxito.

Josep Sandoval. 13/07/2018

La fiebre ABBA ataca de nuevo. De hecho no se ha ido nunca, es una especie de infección con síntomas de felicidad exultante que nos lleva alterando las neuronas musicales desde que en los setenta dieran a conocer al mundo su particular versión de la batalla de ‘Waterloo’ en un eurofestival donde, estéticamente hablando, también destrozaron nuestro sentido de la estética (en especial por el vestuario de las chicas del grupo).

Con ABBA se han vivido docenas de historias, de hecho cada uno de sus temas es una fuente de inspiración. A pesar de que en el musical basado en sus canciones, y que han visto millones de personas en teatros y cines, el tema ‘Mamma Mia!’ no fue el inspirador del asunto, sino otro más dramático, ‘The winner takes it all’ (el ganador se lo lleva todo), y empezó a fraguarse en 1983. En aquel entonces los chicos ABBA, Björn Ulvaeus y Benny Andersson, estaban escribiendo el musical ‘Chess‘ sobre el mundo del ajedrez (que pasó sin pena ni gloria) y no le prestaron atención al proyecto, que no empezó a tomar cuerpo hasta 1995, aunque pasarían cuatro años más hasta que se alzase en Londres el telón de lo que sería la más fabulosa aventura musical del grupo: el resto ya es historia.

El grupo sueco vivió una increíble aventura musical tras Eurovisión

Diez años después de que el cine se adueñase de este cuento de hadas pop, llega la segunda parte, ‘Mamma Mia, una y otra vez’, que es un precuela de la primera, con un poco de Meryl Streep y otro tanto de Cher, interpretando a su madre, una rubia platino que a ratos recuerda a Lady Gaga.

Pero aparquemos el tema porque lo que aquí nos ocupa es otro ABBA musical, el estreno de ‘ABBA Live tv‘, que se presentó anoche en el teatro Coliseum de Barcelona, y que no tiene nada que ver con la primera ni con la segunda. El espectáculo, para todos los públicos, es un recital de temas del genuino grupo sueco al que se ha proporcionado un núcleo argumental, absolutamente innecesario, porque el público lo que quiere es oír las canciones que corea con los actores durante el espectáculo y al final se deshace en una tanda interminable de bises.

Sus canciones también han sido llevadas al cine

La trama de anoche nos lleva a un imaginario plató de televisión donde se rinde homenaje a los músicos suecos a través de una complicada y polivalente trama. Lo de polivalente es por los actores, que igual cantan, bailan o hacen acrobacias, tocan instrumentos, interpretan las publicidades del programa e incluso tejen un breve y simple cuento de amor entre cámaras de televisión fijas y steadycams. Una locura que necesita pulirse para mejor comprensión del respetable espectador al que le interese algo más que las canciones (un servidor y dos o tres más).

Lo que necesita el show es un elenco que responda a las necesidades básicas: voz, estilo, agilidad y entrega. Y el grupo, breve, profesional, compacto, tiene todo eso, derrochando un caudal de energía, tanto, que no se cómo se las van a apañar el día de doble función: dos horas brincando, cantando, cambiándose de ropa y multiplicándose pueden matar a cualquiera, por joven que se sea: cuatro horas ya puede ser demoledor.

La compañía es enérgica y garantiza un espectáculo muy completo

La compañía es eficaz. Cantan Irene Alman, Claudia Molina, Carlos Benito e Irán Alegría. Bailan y hacen acrobacias Basem Tomás, Sara Salaberry y Zaira Buitrón, que a su vez firma la coreografía; y en la banda en directo están José Pardial, Micky Martínez, Sergio González y Jorge Ahijado, que es el director musical. Todos implicados directamente en un espectáculo de trepidante ritmo, un tanto surrealista a veces, quizá involuntariamente, pero que conforman un puzzle donde todo encaja, y eso es difícil en estos montajes de locura donde tienen que sonar (y bien) un buen lote de canciones. Y eso funciona, que es lo que importa. Después de este estreno en Barcelona la compañía inicia una gira que le llevará por toda España, un calendario cerrado que les obliga a dejar esta ciudad el día 20. Precisamente la misma fecha en que inicia su singladura ‘Mamma Mia II, Una y otra vez’, el relevo más esperado. No hay duda, la fiebre de ABBA es para la eternidad.

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