¿Cómo afecta a los niños el cambio de casa y colegio?
Acontecimientos vitales como el cambio de casa y de colegio supondrán todo un mundo para el niño, despertando sus peores temores. Ayúdale así.
Los niños vuelven al colegio y los adultos volvemos a la rutina. Para todos se da la ambivalencia de lo positivo de volver a nuestras costumbres, junto con la excitación y el resquemor a las novedades que traerá el curso nuevo, que comienza en septiembre, y que se vive como un verdadero año nuevo psicológico. Cuando a los cambios normales se suman otros tan importantes como el cambio de casa y de colegio, los nervios habituales y esperables en esta situación pueden transformarse en estrés y ansiedad para todos, muy especialmente para niños y adolescentes.
Cada vuelta al cole es un nuevo enfrentamiento a lo nuevo y a lo que está por venir, y por tanto una fuente de ansiedad debido a la incertidumbre que conlleva. Esto se agudiza en el niño si se produce un cambio de colegio, situación que provocará interrogantes acerca de las viejas amistades y de las nuevas. “¿Mi mejor amigo se olvidará de mí en dos días?”, “¿qué pasa si no hago amigos o si en el nuevo colegio piensan que soy un pringao”?, “¿y si me acosan a mí también como hicieron con Fulanito en mi anterior colegio?”.
Los temores infantiles y adolescentes del cambio de colegio están muy relacionados con su imagen y por ello es fácil que, al entrar en un nuevo centro, pongan de manifiesto nuevas demandas a sus padres en cuando a ropa o cambio de horarios y hábitos de estudio, con el fin de integrarse en su nuevo medio social y conseguir la adaptación de sus iguales. Como padres debemos entender que lo que los niños quieren es huir de la diferencia y no llamar la atención ni por altos ni por bajos, ni por gordos ni por flacos.
¿Por qué les da miedo un cambio de domicilio?
Son varias las razones, y para entenderlas habrá que ponerse en su lugar. “Con los adolescentes hablamos de personalidades inseguras que necesitan del apoyo social de sus compañeros de edad para sentirse fuertes”, explica la psicóloga Laura Ortiz. Según la experta, son 3 las razones que aterran al joven ante un cambio de residencia:
- Perder a sus amigos: Un cambio de domicilio a otra ciudad o zona residencial supone todo un cambio dentro del círculo social y de amigos del pequeño, con todos los interrogantes y ansiedades propias de esta situación: “¿Seguiré siendo amigo de Fulanito?”, “¿se olvidarán de mí?”, “¿se buscará Juanito otro mejor amigo?”
- Cambiar de colegio: Al margen de la pérdida de amigos, “con el cambio de colegio se trata de hacer nuevos amigos y de poner a prueba la capacidad de adaptación del niño”, explica la psicóloga. “Este tema suele generar a veces un gran temor en algunos niños porque no saben lo que se van a encontrar y si serán aceptados o rechazados por el grupo”, aclara.
- Cambiar de actividades: Cada niño suele estar comprometido con alguna actividad que le gusta, generalmente algún deporte o clase particular. “Con la mudanza las rutinas del niño se tambalean, y no sabe si podrá seguir asistiendo a clases de música o si se quedará atrás respecto a su equipo de tenis”.
El miedo al bullying: su peor pesadilla
“No sabes lo que es que tu hijo llegue a casa llorando todos los días diciendo que en su colegio todo el mundo le odia”. Es el testimonio de Carmen (nombre ficticio), madre de D. , un pequeño de 13 años que este año ha estrenado a la vez colegio y una nueva etapa en su vida: la adolescencia. A pesar de ser una situación típica en muchas familias, no ha sido precisamente algo que celebrar: “A mi marido le destinaron en otra provincia y parecía una buena oportunidad para toda la familia; no contábamos con que algo así nos pudiera suceder a nosotros”.
El joven D. solo es un caso más de acoso tras mudar de residencia: el cambio de colegio parece ser, según apuntan los especialistas, una situación de riesgo o que al menos preocupa a la mayoría de los preadolescentes y adolescentes, para quienes la imagen que proyectan ante los demás es fundamental y condiciona los pilares de su propia autoestima. Esto es así hasta el punto de que “Las actitudes hacia la apariencia física son la razón más común de bullying entre los jóvenes”, según reporta la ONG británica Ditch The Label, una de las más importantes organizaciones que investigan la causa del acoso y violencia en las aulas.
¿Cómo ayudar a tu hijo?
“Hablar del tema suele ser una buena vacuna para no generarles miedos anticipatorios que a veces no tendrán fundamento”, recomienda la experta. No obstante, obviar la situación pretendiendo que todo va a ser igual o mejor será contraproducente: “A los niños no hay que mentirlos porque se dan cuenta. Hay que darles la mano y apoyarles cuando se sientan inseguros”. Además, convendrá seguir algunos consejos con los que el joven se sentirá más seguro, menos vulnerable a una situación de acoso escolar, y, sobre todo, más proclive a comunicarse acerca de cómo se siente en el nuevo colegio y de si existe alguna anomalía, falta de adaptación o situación de acoso.
- Explicar las razones de la mudanza y en qué forma constituye una oportunidad para ellos y para toda la familia.
- No hacer una mudanza “de sopetón”, sino ir preparando mentalmente, y favorecer algún viaje anterior para conocer el nuevo medio en el que se va a mover el niño. “Esto es especialmente importante en lo que se refiere al centro escolar”, recomienda Rubio.
- Facilitar el contacto con los antiguos compañeros y figuras afectivas del niño en la medida en que éste lo solicite. “Con esto se facilita el duelo o la separación”.