El ‘plus’ de las carreras de caballos, a tu alcance
Las apuestas son lo que marca la diferencia entre una disciplina hípica u otra, siendo especialmente destacadas en el turf.
Muchas veces, el lujo lleva implícita una parte de ostentación que todos relacionamos con joyas, diamantes, grandes yates, coches de primeras marcas o villas y mansiones imposibles de soñar. Pero también hay otros modos de presumir de riqueza y poder como las apuestas en las carreras de caballos. Una disciplina conocida en varios países americanos como turf (césped en inglés), debido a que dichas carreras tuvieron su origen en las campiñas de Inglaterra. Su mayor diferencia con otros deportes hípicos son, como decimos, las apuestas, que pueden ser a ganador, a segundo, a tercero, imperfecta, exacta, trifecta y cuatrifecta.
Pero estas carreras no son comunes en todo el mundo, sino que tienen su epicentro mundial en el exclusivo hipódromo de Meydan (Dubái). Es allí donde se celebra la fascinante Dubai World Cup también conocida mundialmente como ‘la carrera de caballos de los 10 millones de dólares’. Es uno de los torneos hípicos más lujosos del planeta en el que se dan cita representantes de las grandes fortunas europeas y árabes, líderes de marcas de lujo de primer nivel como Chanel (entre otras) o personalidades mundiales relacionadas con el lujo y la ostentación como el Aga Khan.
Otro de los lugares más emblemáticos del mundo en los que disfrutar de otro de los torneos más famosos y glamurosos del mundo es Ascot, en Inglaterra. Internacionalmente conocido por su dress code que exige el sombrero para las damas y los caballeros, el hipódromo fue inaugurado por la reina Ana de Inglaterra en 1711. Además de un acontecimiento deportivo, estas carreras marcan el inicio de la temporada social veraniega en Inglaterra junto con la Regata Real de Henley y el torneo de tenis de Wimbledon.
Así, nadie de la alta sociedad inglesa quiere ni debe perderse esta particular cita en la que hay en juego 7,6 millones de euros en premios. Durante sus cinco días de duración, en los que se celebran decenas de carreras con los mejores caballos del planeta (incluidos los pura sangre españoles), se calcula una asistencia total de unas 300.000 personas. Entre ellos no falta la familia Real Británica, jeques, aristócratas, etc. dando lugar a un despliegue que incluye unos 400 helicópteros y más de 1.000 limusinas.
Una vorágine de glamour y poder que también se nota en las mesas de los comensales y los locales de restauración del recinto, que cada año sirven unos 2.400 kilos de solomillo de buey, más de 3.000 langostas escocesas y miles de botellas de champagne francés entre otras exquisiteces gastronómicas de primerísima calidad.
Las carreras de caballos en España
En nuestro país, por el contrario, las carreras de caballos son mucho menos populares, tanto por su número (más reducido) como por el número de apostantes. Ahora mismo el turf está visto como un deporte de lujo y solo hay afición por él en algunas ciudades como San Sebastián o Madrid, a pesar de que es uno de los deportes más seguros para apostar y ganar dinero, según los expertos.
En países como Reino Unido o Estados Unidos el turf es uno más en las tablas de apuestas, compitiendo en notoriedad con deportes más populares como el baloncesto o el fútbol americano. Sin embargo en nuestro país son el fútbol, el baloncesto y el tenis los deportes más escogidos a la hora de realizar apuestas. Aunque existe la posibilidad de apostar a casi cualquiera gracias a casas y sites especializados en ello, incluidas disciplinas tan diferentes y desconocidas como el Lacrosse.
Así, aunque más limitado, el mundo de las carreras de caballos también es accesible desde nuestro país gracias a sites web con códigos promocionales y ofertas en los que encontrar todo un mundo de posibilidades para introducirte en el mundo de las apuestas. No solo fútbol o baloncesto, sino otros deportes como el tenis, el fútbol americano, el boxeo, el beisbol, el boxeo el ciclismo o el voleyball están a disposición de quien lo desee para jugar con la suerte e incrementar sus ahorros a través de la intuición, la probabilidad y, cómo no, la suerte.