El juguete más familiar de MINI

La segunda generación del MINI Countryman ya tiene su versión más potente bajo la denominación John Cooper Works. Es la variante más deportiva de toda la gama, dotada de un motor que ofrece una potencia de 231 cv a un conjunto que se mueve con mucha soltura en carreteras de montaña.

Luxury News Motor. 07/12/2018

Muchos son los adeptos al Countryman, prueba de ello es que es uno de los MINI que más ventas genera a la marca, quizás su concepción como un pequeño SUV o Crossover unido a su versatilidad y espacio es lo que más engancha a los clientes de una marca que se vende prácticamente sola, pues la mayoría de ellos es porque buscan un MINI. El precio de partida de la versión John Cooper Work es de 38.700€, así que lo convierten en una interesante opción para aquellas personas que busquen un coche diferente que difiera de un compacto tradicional y de los actuales SUV que tan de moda están y que en muchos casos tanto parecido tienen al estar englobados bajo el paraguas de un mismo grupo como pasa entre MINI y BMW.

Es una interesante opción para aquellas personas que busquen un coche diferente

Su estética lo diferencia claramente de un Countryman convencional ya que cuenta con elementos específicos que solo pueden verse en esta versión como un paquete aerodinámico exclusivo, unas generosas entradas de aire en el faldón delantero y el logo John Cooper Works que podemos encontrar repartido en varias zonas de la carrocería. El MINI Countryman para su fabricación comparte plataforma con el MINI Clubman y con el BMW X1, lo que sitúa a este coche dentro del segmento C, con unas medidas de 4,30 metros de largo, una anchura de 1,82 mts una altura de 1,56 mts y una distancia entre ejes de 2,67 metros, así como con un importante maletero que puede dar cabida a 450 litros en condiciones normales y hasta 1.390 litros si abatimos los asientos traseros.

Su interior demuestra que no es un MINI cualquiera

Al abrir la puerta del conductor la primera sensación que tienes es la de estar ante un MINI más, pero en esta versión hay elementos como los asientos delanteros de corte deportivos tapizados en piel y alcántara que te recuerdan que no es un MINI más, sino la versión, más deportiva que podemos encontrar, por lo que su empaque es diferente al resto de la gama Countryman. El volante es de los “gorditos”, dispone de las levas para el manejo del cambio de forma secuencial y es multifunción. Tras este, encontramos el pequeño velocímetro y cuentarrevoluciones, así como el indicador del nivel de llenado del combustible.

La consola central está presidida por la pantalla de 8,8” táctil desde la que se maneja todo el sistema de infoentretenimiento a la vez que el sonido, el teléfono y que dispone de unos indicadores deportivos del uso de potencia o par motor y desde la que se pueden configurar diferentes parámetros de conducción del coche, así como verse representado el modo de conducción que llevamos seleccionado. Bajo los mandos del climatizador encontramos el original botón para encender el coche e incluye ahora uno más con el que se activa el MINI Driving Modes, abandonando el aro concéntrico que antes encontrábamos alrededor del selector del cambio Steptronic.

La consola central es muy completa y ordenada

En la parte trasera encontramos dos asientos casi de uso individual, aunque puedan ocuparlos 3 plazas siendo las de las laterales realmente cómodas hasta para dos adultos, lo que no sucede con la central, siendo estos abatibles para facilitar mayor carga en el maletero. El equipamiento de serie del MINI Countryman JCW es muy completo, y ofrece elementos como los nuevos faros LED, el control de crucero activo con alerta de colisión y reconocimiento de peatones, Head-Up-Display, iluminación ambiental y reconocimiento de señales de tráfico.

También climatizador, sensores de aparcamiento delantero y traseros, MINI Connected y llamada de emergencia, asientos deportivos, control electrónico de tracción, control de estabilidad, Isofix o control de frenada en curva. Nuestra unidad de prensa, además, de forma extra contaba con techo solar, sistema de sonido Harman Kardon, Paquete MINI Excitement, sistema de telefonía con carga inalámbrica o sistema de Navegación MINI entre otros.

El propulsor ofrece 231 cv y una velocidad máxima de 234 km/h.

Su corazón, es el mismo que comparte con el resto de la gama MINI y las versiones John Cooper Works. Un motor de 4 cilindros de 2 litros, con tecnología TwinPower Turbo que ofrece 231 cv y un par motor de 350 Nm disponible entre las 1.500 y las 4.500 rpm. Este propulsor puede estar asociado a una caja manual de 6 velocidades, o bien de forma opcional a una caja de cambios Steptronic Sport de 8 velocidades, firmada por ZF y que es, una de las mejores del mercado, siendo quizás la que más rendimiento permite sacar a todo el conjunto mecánico. La tracción para este modelo está encomendada al sistema de tracción total ALL4 de MINI lo que te permite disfrutar de este coche no solo en asfalto sino también por pistas montaña o en la nieve, para aquellos más osados a los que les guste el offroad.

Sus prestaciones son las de un hothatch de talante deportivo, ya que en la versión que nos ocupa es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en tan solo 6,8 segundos teniendo como velocidad máxima unos generosos 234 km/h. Todo ello con un consumo medio homologado de 6,9 litros, cifra que nosotros vimos aumentada durante nuestra prueba hasta los 8,2 litros, teniendo en cuenta que condujimos durante 586 kilómetros haciendo uso de diferentes escenarios.

Trabajo exquisito para sacar el máximo rendimiento al Countryman

MINI ha llevado a cabo un trabajo exquisito para poder sacar un rendimiento óptimo de la versión más deportiva del Countryman, por ello cuenta con un tren de rodaje deportivo, un sistema de frenos firmado por Brembo con frenos de disco y pinzas de cuatro pistones para el tren delantero, así como ha implementado un sistema electrónico que simula el funcionamiento de un autoblocante para evitar el subviraje lo que mejora el comportamiento de todo el conjunto en las carreteras de curvas más reviradas.

Pero no todo es deportividad en este coche, ya que gracias a sus estabilizadoras que, aun siendo más firmes, ofrecen un alto grado de confort a todos los ocupantes sin llegar a ser incómodo por culpa de su sistema de suspensión, sobre todo cuando llevamos activado el modo Comfort. El propulsor de este MINI como ya os hemos comentado en otras pruebas con la del MINI Cooper John Cooper Works, se muestra muy elástico y potente desde bajas vueltas, transmitiendo toda la fuerza al asfalto a través del sistema ALL4 de MINI, lo que garantiza un paso por curva elevado y que sumado a lo anteriormente expuesto se traduce en un dinamismo de marcha envidiable para un coche de estas características.

El MINI se muestra muy elástico y potente desde bajas vueltas

Gracias al control dinámico de estabilidad (DSC) que equipa, y que permite una perfecta distribución entre ambos ejes en función de la necesidad de tracción, es casi imposible sacarlo de su trazada ofreciendo siempre una mejor tracción al acelerar y una mayor agilidad en el paso por curva gracias a su complicado pero efectivo funcionamiento, que se compone de un engranaje angular en el diferencial delantero, una transmisión central de dos piezas y un diferencial trasero con embrague Hang-On de funcionamiento electrohidráulico.

La dirección como en todos los MINI en directa pero muy precisa y comunicativa, lo que se traduce en que sus reacciones sean vivas, algo que es de agradecer hoy en día pues muchos coches mucho más deportivos que el MINI disponen de complicados sistemas de dirección que no comunican ni la mitad que esta y hacen que el coche en algunas situaciones se convierta en “cabezón” sobre todo a la hora de entrar en las curvas, algo que en este MINI no pasa.

Un deportivo con un comportamiento excelente

Sin duda alguna una de las cosas que caracteriza a las versiones John Cooper Works de la marca es el sonido del motor, sobre todo cuando a través del MINI Driving Modes activamos el modo Sport. Es entonces cuando los escapes empiezan a dejar salir un sonido bronco como si de un motor gordo se tratara y a ofrecer unos petardeos dignos de un coche de rallyes cuando dejamos de dar gas y entramos en retención del motor y que hace las delicias de quien conduce o lo escucha.

Las sensaciones al volante de este MINI son sensacionales, ofrece un paso por curva no solo elevado sino también muy equilibrado. De todas las versiones que hemos probado con la denominación John Cooper Works, quizás ésta sea la que más me convence por el comportamiento que ofrece, sobre todo en carreteras de montaña, donde su tamaño y volumen no parece ser un impedimento si no más bien una virtud. Son muchas las pruebas que hemos llevado a cabo de la nueva generación de los MINI y en el Countryman encontramos algo especial que no hemos sabido apreciar ni el MINI Clubman ni en el MINI Cooper y quizás sea la versatilidad y polivalencia que este modelo es capaz de ofrecer sin renunciar en ningún momento al MINI que es.

Luxury News Motor
Agradecimientos: MINI España
Fotografías: Cristóbal Arjona

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