Cupra Ateca: Cuando la deportividad se disfraza de versatilidad
Cupra es la división más deportiva de la casa Seat y con ella pretende atraer a los clientes más exclusivos del mercado.
Hace un año aproximadamente, Seat dio a luz a una división que se ha convertido en una marca, Cupra, con la intención de promover exclusivos modelos de empaque muy deportivo. Bajo esta premisa y con el Cupra Ateca, coche escogido para este lanzamiento, los de Martorell esperan que el número de ventas de esta serie deportivos vayan al alza y consigan atraer a clientes que no optaran a comprarse un Seat. Este Ateca llega, en un momento dulce, para un segmento de moda como lo es el de los SUV, pero ¿quién se ha atrevido a hacer un SUV compacto con un motor de 300CV? Quizás el hecho de ser el primero, tenga su recompensa.
El nuevo Cupra Ateca mantiene las mismas líneas y dimensiones del Ateca convencional, es decir 4,36 metros de largo, 1,84 de ancho, 1,61 de alto y una batalla de 2,63 metros, pero luce una estética exterior con multitud de detalles claramente deportivos que lo identifican como a un purasangre. El logotipo de la marca, la parrilla en forma de nido de abeja, la inscripción Cupra en la parrilla inferior y el color negro brillante del conjunto, así como las preciosas llantas de 19” en el mismo color cobre del logo, son algunos de los detalles que delatan que esto no es un simple Ateca.
Visto de frente, el Cupra Ateca, destaca por todos esos detalles que le confieren un empaque muy deportivo y por la palabra Cupra que podemos encontrar casi esculpida en aluminio mate en la parte inferior de la parrilla, evocando a los modelos más deportivos de la gama RS de Audi. Pero es quizás en la vista lateral donde más se aprecian, gracias en parte a los pasos de rueda sobredimensionados a la vez que por las llantas de 19” que forman parte del paquete Performance Pack que es opcional que dejan entrever el sobredimensionado equipo de frenos firmado por Brembo. En la zaga, el difusor trasero es el encargado de recoger las dobles salidas de escape y está pintado en el mismo color negro brillante que la parrilla delantera, los difusores laterales y las carcasas de los retrovisores.
Cuando abres la puerta para acceder al interior, a tu cabeza vienen elementos conocidos de la marca. De hecho, el habitáculo es exactamente igual al de un Ateca convencional, pero muy mejorado. No solo en lo que a estética se refiere, sino también a la calidad de materiales utilizados. La moldura que da la bienvenida lo hace con la palabra Cupra retroiluminada, detalle que a priori no parece nada espectacular, pero que ya apunta a maneras. Ahora bien, todo aquello que puedes palpar es lo que te hacer ver que esto no es un Seat más, sino que aquí se han tomado muy en serio que esta marca navegue despuntando como un vehículo deportivo y un ambiente premium.
La alcántara es el material que predomina en el habitáculo y de ese mismo material se han tapizado los asientos, en una combinación para los laterales que simula muy acertadamente la fibra de carbono y con un pespunte de las costuras en el mismo color cobre del logo y las llantas, así como el lateral de las puertas. El volante deportivo, dispone de la parte inferior achatada e integra las levas para el manejo del cambio de forma secuencial. Tras este, encontramos el Digital Cockpit de 10”, que ya habíamos visto en Ateca, pero que en este modelo cuenta con unas grafías propias que enfatizan más si cabe su enfoque deportivo y que es totalmente personalizable por el conductor.
En el salpicadero, encontramos una pantalla táctil de 20,3 centímetros, desde la que se maneja todo el sistema de infoentretenimiento a la vez que el navegador, el sistema de sonido y que dispone de conectividad con los smartphones a través del sistema Mirror Link, Apple CarPlay y Android Auto. Tras el selector del cambio DSG, encontramos el mando giratorio Seat Drive Profile, desde el que podemos escoger entre 6 modos de conducción prestablecidos: Comfort, Sport, Cupra, Individual, nieve y off road.
El Cupra Ateca cuenta con un equipamiento de serie muy completo, entre los que cabe destacar el sistema Kessy de apertura y arranque sin llave, Digital Cockpit, el sistema de navegación plus, la cámara de visión trasera, las tomas de carga USB, sistema de carga inalámbrica para el móvil, el sistema de climatización bizona, asientos calefactados, control de descenso, asistente de arranque en pendientes, cámara 360º con vista cenital, portón trasero con apertura eléctrica, pedales de aluminio, luces LED del interior del habitáculo, faros LED o el exclusivo tapizado de los asientos en alcántara entre otros muchos elementos que hacen de este Cupra un coche único.
Bajo su capó encontramos al alma que anima la fiesta. Un motor de cuatro cilindros, 2.0 TSI que desarrolla una potencia de 300 CV a 6.500 rpm con un par máximo de 400 Nm disponible entre las 2.000 y las 5.200 rpm. Sus prestaciones son a tener muy en cuenta, pues gracias a su mecánica es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en tan solo 5,2 segundos y de lanzarse hasta casi 250 km/h.
Esta mecánica se encuentra asociada únicamente a una caja de cambios DSG de siete velocidades y al sistema de tracción total 4Drive de Seat, que dispone de un diferencial Haldex de quinta generación y que es el encargado de transmitir par a las ruedas traseras hasta un 50 % a cada eje dependiendo de la situación de conducción en la que nos encontremos. El cambio ofrece unas transiciones perfectas y rápidas, y la única pega, es que aun funcionando de forma secuencial solo salta de marcha si te aproximas a la zona de corte de inyección, algo que debería mejorarse para poder sacar así mayor rendimiento al motor.
En lo que a consumos se refiere, Cupra ha homologado unos discretos 7,4 litros a los 100 km, cifra a la que difícilmente te acercarás si quieras en conducción deportiva, pues se puede duplicar con mucha facilidad. Ahora bien, en autopista, con el modo Comfort activado y a velocidad de crucero, puedes conseguir consumos cercanos a los 8,5 litros sin problema alguno.
Una de las cosas que nos ha encantado y que evidentemente probamos, fue el Launch control, para comprobar la capacidad de aceleración desde parado de este SUV. Así que, tras activarlo, seleccionar el modo Sport ESC, pisar el freno y pisar el acelerador a la vez, vemos como parece que todo el conjunto empieza a contener una rabia, que tras soltar el freno hace que salgas literalmente catapultado, dejando claro un rastro negro en el asfalto de sus neumáticos.
Con este coche, jugar con el selector de modos de conducción es una pasada, sobre todo cuando lo haces seleccionando el modo Sport o el modo Cupra. El motor parece tomar otra dimensión, algo que aprecias por el sonido, que se vuelve más bronco y que es acompañado por unos petardeos cuando con las levas bajan una velocidad o bien lo estiras hasta llegar casi al corte de inyección. El chasis se pone en su configuración más rígida para evitar así cualquier balanceo de la carrocería a la hora de trazar las curvas, incluso en aquellas más ratoneras, no se mueve ni un ápice.
El motor ofrece un empuje descomunal, sobre todo si lo haces trabajar en su zona óptima, es decir, por encima de las 3.500 rpm, siendo ahí donde te darás cuenta de que toda la electrónica es más que suficiente para acompañarte mientras lo pilotas, haciendo transiciones entre curva y curva a una velocidad sorprendente y viendo como un SUV que pesa 1.632 kg parece ir totalmente guiado por raíles.
Su sistema de tracción 4Drive cumple con su cometido a la perfección evitando en la medida de lo posible que el coche tienda al subviraje a la salida de las curvas, algo que en circuito haría las delicias de quien fuera el osado piloto encargado de sacarlo de sus casillas.
Mención especial al equipo de frenos de Brembo, que cuenta con unos discos ventilados de 370 milímetros para el tren delantero y de 310 milímetros para el trasero, que no ofrecen unas frenadas contundentes, sino que, además, durante nuestra exigente prueba se mostraron más que infatigables. Opcionalmente, puede optarse a un sistema de frenos mejorados por un importe de 2.447 euros, siendo este el extra más caro de la lista de opciones, que aseguran una mejor frenada, aunque quizás este equipo esté destinado a aquellos clientes que deseen aventurarse a conducirlo por circuito.
Lo bueno de este tipo de coches, es su versatilidad, es decir, no todo es velocidad y dinámica, sino que puedes circular con ellos en tu día a día, a la vez que puedes llevar a cabo cualquier viaje, disfrutando de lo cómodo que puede llagar a ser, así como para salirte del asfalto y disfrutar de esa esencia campera que también tiene.
¿Nos ha convencido la estrategia de Seat de embarcar a este SUV en nueva marca? Pues la verdad es que sí, y mucho. Somos de los que creemos que en este país el marquismo tira y lo hace de forma inconsciente para algunas personas que se pierden muchas cosas en el sector del automóvil. Por nuestra redacción han pasado juguetes, que bien podrían ser sus competidores, como por ejemplo el Audi RS Q3, y os podemos asegurar que este Cupra, tal y como os hemos ido comentando a lo largo de la prueba, tan solo podemos elogiarlo.
Muchos justificarán que pagar casi 50.000€ por un Cupra Ateca es demasiado dinero, pero bien pensado sus más directos rivales son el BMW X2 M35i y el Audi SQ2 que verán la luz a lo largo de este 2019, pero a igualdad de equipamiento, el precio de salida del concesionario será bien distinto. Hacía tiempo que no nos poníamos al volante de un SUV que nos diera la satisfacción ofrecida por el Cupra Ateca tras probarlo, a la par que nos ha sorprendido por su capacidad dinámica, pero sobre todo por lo efectivo que puede llegar a ser.
Agradecimientos
- SEAT España
- Fotos: Cristóbal Arjona