Doñaluz, algo más que una terraza para etiquetar el atardecer de Madrid
Chema Gómez, uno de los propietarios de la terraza Doñaluz, nos ofrece un plan perfecto para pasar una tarde-noche de verano en la capital.
De Madrid al cielo. Nada mejor que subirse a las alturas para disfrutar de ese roce casi celestial, en una de las terrazas de moda y más modernas de la capital. Porque Doñaluz es un local muy chulo. Cuenta con una decoración absolutamente en tendencia, una entrada casi clandestina en la calle Montera, unas vistas de escándalo, un ambiente top… y, todo esto, acompañado de una buena cocina. ¿Te animas?
Hablamos con uno de sus propietarios de Doñaluz, Chema Gómez, que nos cuenta para The Luxonomist cómo se preparan para afrontar el verano. Y es que no tienen ni un año de vida y el invierno ha sido todo un éxito. ¿Lo será el verano? Ni lo dudamos, porque cuando subes en el ascensor y sales sobre el Hotel B&B Hotel Madrid Centro Puerta del Sol, todo cambia… ¡Parece que hasta estés de vacaciones! Y quien querría perderse un pepito de focaccia, un genial poke bowl de arroz integral, pura tendencia y sabor, o los nigiris de steak tartar de solomillo con un toque picante. Para los más clásicos, no falla el super american hot dog. ¡Qué estamos en verano!
The Luxonomist: ¿Por qué habéis actualizado la carta de cara a la temporada de verano?
Chema Gómez: Más que un cambio es una evolución natural. Un giro hacia los ingredientes más saludables, lo que viene genial en una época como el verano, en la que se suele prestar más atención al menú diario, siendo este más ligero y fresco.
TL: ¿Qué platos son los que más reclaman vuestros clientes?
CG: Sin duda, la estrella son los tequeños de queso y guayaba, aunque también gozan de muy buena fama el falso ceviche, las croquetas de cecina o nuestro pollo tomatero. Son platos que gustan mucho.
TL: ¿Por qué es especial una velada en Doñaluz?
CG: Doñaluz es una terraza que no se parece a ninguna otra. Estamos en un lugar privilegiado, por sus vistas y por su ubicación. Y además, Doñaluz es especial porque es un espacio para compartir, no solo comida o unas copas o cócteles, sino tiempo de calidad, conversaciones, experiencias… Todo ello, con una suave y melodiosa música de fondo que convierte esta azotea en un oasis en mitad de la ciudad.
TL: ¿Cómo se vive un verano en Madrid desde las alturas? ¿Qué le hace diferente?
CG: Todo en Madrid es diferente. Los tiempos, las pausas, el carácter, las costumbres… Hemos intentado incluir todo eso también en Doñaluz. Y por eso creemos que somos auténticos.
TL: ¿Cuál es el momento más mágico que se puede vivir en Doñaluz?
CG: Sin duda, un atardecer. La luz que se crea cuando el sol se pone bien merece un buen lugar donde ser testigo.