Respirar bajo el agua sin límite ya no es ciencia ficción
Si te resultaba molesto cargar con una bombona de oxígeno para bucear, con ExoLung podrás respirar en el agua sin límite y con libertad de movimiento.
La humanidad siempre soñó con conquistar cualquier rincón. Es algo más que una actitud vital, es una necesidad por conocer y explorar tierras indómitas, lugares lejanos y cómo no, la inmensidad de los cielos y los mares. Hace tiempo que los cielos no tienen misterios, y tampoco los mares, pero poco a poco la exploración individual es más sencilla y no hace falta tener montañas de dinero para convertirse en un pequeño explorador sin fronteras… y eso incluye bucear sin límite de oxígeno, con ExoLung.
Respira bajo el agua sin límite
Respirar bajo el agua atados al tiempo que dura una bombona de oxígeno no es noticia. La novedad se llama ExoLung. Un dispositivo capaz de permitirnos bucear sin límite, sin necesidad de salir a la superficie para tomar aliento. Todo el tiempo que queramos y por un precio inferior a 300€. El límite se sitúa ahora en lo que podamos descender, ya que con el modelo básico se llega hasta los cinco metros de profundidad. El modelo pro, de algo menos de 500€, logra rozar la frontera que se ubica en los siete metros.
ExoLung es un sistema bastante compacto, pesa unos escasos tres kilos y medio y su tamaño es reducido para poder llevarlo bajo el pecho mientras buceamos. En la superficie se encuentra una boya con una doble función, alertar a los barcos de que más abajo hay alguien buceando y suministrar oxígeno a través de una campana de aire. No es necesario ningún curso de buceo avanzado para poder disfrutar de este invento, un nivel de principiante es más que suficiente. Básicamente lo importante es coordinar la respiración mientras nos movemos bajo el agua. El movimiento de nuestras piernas es clave para hacer que el aire circule y podamos estar todo el tiempo que queramos sumergidos.
ExoLung está en proceso de prueba
Por el momento ExoLung no ha salido a la venta. Aún se encuentra en la fase de prototipos, permisos de patentes y buscando financiación para poder llevar a cabo este curioso e interesante proyecto. Puede que dentro de muy poco lo veamos en nuestras playas, puesto que los precios que manejan no son desorbitados y la recompensa puede ser muy grande. Bucear sin recargar botellas, confundirnos con los peces dentro de su entorno y no pensar en cuánto tiempo nos queda para darnos cuenta de que ese no es nuestro hábitat natural, ahora es posible.