Carta a Carmen Thyssen en su 77 cumpleaños

Mi querida Carmen Thyssen: O mejor dicho, Tita, como te gusta que te llamen. Hoy cumples 77 años. ¡Quién lo diría! Ya firmaba yo para llegar a esos años con la energía, el optimismo y las ganas de vivir que tú tienes.

Siempre he dicho, a quienes me preguntan por ti, que eres la anti-baronesa. A pesar de estar rodeada de esas maravillosas obras de arte que se exhiben en los museos que llevan tu nombre en Málaga y Andorra; y en el que lleva tu apellido en Madrid. A pesar de vivir en esas fabulosas casas de ensueño que posees en Madrid, Sant Feliu y ahora en Andorra.

También a pesar de poseer una de las colecciones privadas de joyas más importantes del mundo, que incluye la famosa Estrella de la Paz. Ese diamante que te regaló el barón Thyssen cuando te casaste en 1985 y que llevaste el día que se inauguró el Museo Thyssen en la capital, sigues siendo aquella chica de Barcelona con ganas de comerse el mundo y con sueños por cumplir.

Trabajadora incansable

Una de las cosas que más me sorprende de ti, y siempre te lo he dicho, es esa capacidad de trabajo que tienes. Pudiendo vivir de las rentas, viajando por el mundo o simplemente asistiendo de vez en cuando a algún evento, eres una mujer cien por cien activa. Cada día te levantas muy temprano y no paras de hacer gestiones por teléfono o personalmente, cuando se te requiere. También te ocupas de las niñas, aunque podría hacerlo una institutriz, y asistes a todas las exposiciones de tus museos. ¡No paras! 

Eres muy generosa con quien más lo necesita, me consta que son muchas a las personas e instituciones que ayudas sin que se sepa. Eso te honra. Pero quizá lo que más destacaría de ti en el día de tu cumpleaños es tu sentido del humor y tu risa, que conquista a quien la recibe.

Cercana y amable con la prensa

Recuerdo el día en el que asistí junto a mis compañeros de ‘Dónde estás corazón’ a una cena que nos ofreciste en tu casa de Madrid. Todos esperábamos ser recibidos por guardaespaldas y mayordomos. Sin embargo, quien estaba en la puerta principal, con su bolsito de mano y su sonrisa esperándonos, eras tú. Todos nos fuimos a casa con la misma frase en la boca: «¡Es maravillosa y gana en las distancias cortas!».

Con la prensa siempre has mantenido una estupenda relación. A pesar de que, en ocasiones, se han dicho cosas sobre ti que te han molestado por no corresponder con la realidad. Siempre has entendido el trabajo de los medios.

Contenta con lo que tiene

Como madre, y esto sí que puedo decirlo porque lo he vivido en primera persona, eres maravillosa. A pesar de que adoras a las gemelas, Carmen y Sabina, tu hijo Borja Alejandro, es tu ojito derecho. Muchas fueron las lágrimas que derramaste durante esos siete años alejada de él. Pero bueno, como dicen por ahí: “No hay mal que cien años dure». 

Un día te pregunté si no te sentías mal porque el rey de España no te diera un título. Y es que no solo eres una de las mecenas más importantes del mundo, sino la responsable de que los españoles tengamos la colección Thyssen en España. Algo  que te llevó a renunciar a muchas cosas, en aquellas duras negociaciones.

Tu respuesta fue: “Estoy muy feliz con ser la Baronesa Carmen Thyssen. El título que ostentaba mi marido”. Aun así no hay que olvidar que, entre otras distinciones eres Dama de la gran Cruz de Isabel la Católica; Gran Cruz de la Orden del Dos de Mayo; Académica de Honor de la Real Academia de Bellas Artes de San Telmo.

Una excelente persona

Pero sobre todo eres Tita, una buena persona, buena hija y buena madre, aun con los fallos que todos podemos cometer. También la mejor y la única de las cinco esposas del Barón Thyssen  que de verdad  le amó, como él mismo dijo en una entrevista. Pero lo más importante, eres una buena persona. La Tita del ¡No a la tala! La baronesa que nos trajo la mejor colección de arte del mundo, la amiga que siempre está ahí para quienes la necesitan.

Has vivido intensamente estos 77 años… ¡y los que te quedan!. Solo espero que en el futuro, las próximas generaciones valoren a esa chica de Barcelona que se quiso comer el mundo y que ha dejado huella en quienes la hemos conocido.

¡Feliz cumpleaños, querida Tita! ¡A por otros 100!