Ligar online: la nueva realidad del sexo y la infidelidad tras el Covid
Ligar online y tener aventuras extramatrimoniales seguirá sucediendo tras la pandemia. De hecho parece que los hábitos cambiarán poco según los expertos.
No es ningún secreto que en nuestros días la forma de ligar más habitual, por práctica, es vía App de contactos. Pero, ¿qué sucede cuando, por estar confinados, no se puede quedar? Las normas del dating han cambiado y con el distanciamiento social han variado también las expectativas de los que buscan pareja. Los que más saben de este tipo de contactos nos cuentan lo que está pasando a la hora de ligar a raíz de la pandemia por Covid-19.
El antes y el ahora de los solteros online
El procedimiento para operar en estas redes sociales es simple, al menos entre los más curtidos. Tras darse uno de alta y “conocerse”, habitualmente se produce un intercambio de números de teléfono y los interesados comienzan entonces a interactuar vía WhatsApp. Sin demorar demasiado, y con el firme propósito de apresurar un encuentro en vivo, después se hablará por teléfono para cortar un poco el hielo, de forma que el posterior acercamiento real no dé tanto corte. Todo es muy rápido y el principal criterio aquí es gustarse físicamente –no offense-. Si no hay chispa, lo habitual es dejar de hablar, y todos tan amigos.
Sin embargo, algo ha cambiado en esta premisa a partir del confinamiento y del Covid. Según afirman los portavoces de la aplicación de contactos Badoo, los solteros han cambiado sus prioridades y ahora prefieren una conexión real frente a la mera atracción. Incluso hablan de una nueva normalidad aplicable al dating.
“Tradicionalmente, tener citas estaba más relacionado con la conexión física a primera vista que con el factor emocional”, afirman desde esta dating App. Sin embargo, tras la pandemia, los solteros se han vuelto más abiertos a hablar con alguien y conocerse. “Incluso sin que llegue a materializarse en algo concreto con la otra persona”, afirman. “Los usuarios han chateado más y están dando a sus ‘matches’ más oportunidades que antes”, aseguran.
El temor persiste pese a la mayor receptividad
La pandemia ha elevado los ánimos para encontrar la pareja más adecuada. No solo en lo sexual, sino en todo, teniendo en cuenta que existe la probabilidad de que volvamos a un nuevo confinamiento, que sería mucho mejor pasar en compañía. Sobre todo ha influido en lo emocional, y esto tiene sentido, porque ahora dudaremos mucho más antes de dar el paso de conocer a alguien. En cualquier caso, la nueva normalidad en las citas pasará siempre por tener encuentros virtuales a través de las videollamadas. Esta fórmula ha sido la más exitosa durante el confinamiento, ya que ha servido para “valorar más la confianza en el otro soltero, antes de dar el paso de conocerse en persona”.
Pablo Delgado, Director de Marketing de Badoo en España y Latinoamérica lo explica así: “Las conexiones físicas ahora son algo más complicadas y las citas virtuales se encuentran en pleno auge. Durante el confinamiento, la gente adaptó sus citas al mundo virtual, lo que significa que el aislamiento no ha limitado las oportunidades de encontrar el amor”.
Sexo en tiempos de Covid-19
Dicho esto, una cosa es buscarse, gustarse y desearse, y otra muy distinta es materializar esos anhelos en un intercambio sexual y físico. Si cualquier pareja se ha visto afectada por el confinamiento, qué decir de aquellas que no vivían juntas. Son muchas las personas que han tenido que renunciar a una vida sexual activa por culpa del coronavirus; tanto es así, que algunos gobiernos, como el de Irlanda, recomendaron el Sexting y la masturbación higiénica para compensar.
Por más que nos lo hayan explicado (el coronavirus se transmite fundamentalmente por los fluidos y gotículas de la boca y la nariz), mientras el virus siga circulando, nuestras prácticas sexuales con personas nuevas, sin duda se verán condicionadas. “Parece probable que la carga viral no sea la misma en todos estos fluidos y que aparezca en una concentración tan baja que no haga posible la transmisión persona-persona salvo en las secreciones nasales y bucales”, afirma el sexólogo Fernando Villadangos en un artículo sobre sexo y Covid-19. Sin embargo, esto va a suponer unas prácticas sexuales “con limitaciones claras, que posiblemente modificarán muchos hábitos y preferencias eróticas de muchísimas personas, como el dejar de besar”.
La infidelidad continúa a pesar del coronavirus
Ya sea con ciertas reservas o con miedos expresamente reconocidos al contagio por vía sexual con gente nueva, lo cierto es que, en algunos, los deseos de infidelidad siguen tan vivos como siempre. Incluso más que nunca, por haber supuesto el confinamiento una oportunidad de reflexionar sobre lo efímero de la vida y la felicidad, llegándose a la conclusión hedonista de que hay que vivir el momento y escuchar los propios deseos. Así lo han observado en Ashley Madison.
La web de citas extramatrimoniales ha realizado una encuesta a más de 1800 usuarios, hallando que, entre sus clientes españoles, “un 82% afirma que es nada o muy poco probable que dejen de tener aventuras físicas después de la cuarentena”.
Todo apunta a que las infidelidades no van a cesar, sobre todo con amantes anteriores a la pandemia. Según la web de contactos entre casados, la nueva normalidad en las aventuras “será muy parecida a la de siempre, aunque los españoles seremos más selectivos y quizá actuaremos con más cautela a la hora del encuentro”. Sobre todo las mujeres, que son más conscientes de los riesgos y de lo vivido tras esta pandemia y le tienen más respeto al virus que los hombres.
Así y todo, la mujer infiel seguramente lo seguirá siendo, a tenor del papel del amante en la figura femenina. Según el citado estudio, “en muchos casos el amante es un complemento a la relación de pareja o matrimonio. La mujer también busca tanto el lado físico como la conexión emocional debido a una falta de atención o cariño por parte de su pareja”.