Arcadia Group, matriz de Dorothy Perkins, al borde de la quiebra
El grupo británico, que gestiona medio millar de tiendas y del que dependen 15.000 trabajadores, podría colapsar la semana que viene al fracasar la búsqueda de liquidez.
Arcadia Group podría sucumbir a los negativos efectos económicos que está teniendo la pandemia de coronavirus. El grupo británico, que gestiona las cadenas minoristas de moda Topshop, Topman, Dorothy Perkins, Burton, Wallis, Evans y Miss Selfridge está al borde de iniciar el proceso de quiebra. Una medida que pone en riesgo el futuro de al menos 15.000 puestos de trabajo. La información adelantada por Sky News señala que la dirección del grupo propiedad del multimillonario Philip Green podría nombrar administradores de Deloitte la próxima semana. El motivo no es otro que la ruptura de las conversaciones con varios prestamistas sobre una vía de emergencia de 30 millones de libras.
Un portavoz de Arcadia señaló que “somos conscientes de las recientes especulaciones de los medios sobre el futuro del grupo”. Antes de justificar el delicado momento que atraviesa la empresa. “El cierre forzoso de nuestras tiendas durante períodos prolongados, como resultado de la pandemia Covid-19, ha tenido un impacto material en el comercio en todos nuestros negocios”, aseguran desde Arcadia.
Arcadia Group es propiedad de Philip Green
El futuro de al menos medio millar de tiendas y miles de empleos está ahora mismo en el aire, por mucho que desde la empresa se afirme que “las marcas continúan comercializándose y nuestras tiendas abrirán nuevamente en Inglaterra tan pronto como se levanten las restricciones gubernamentales de Covid-19 la próxima semana”. Cuentan desde Sky News que el futuro online de las marcas podría ser la solución más factible en este momento para todo el grupo.
En el horizonte está Boohoo Group, que podría salir al rescate de Arcadia o sus marcas más rentables si se produce un colapso, del mismo modo que hizo con Oasis & Warehouse tras caer en concurso. La compañía gestionada por Philip Green ya dio signos de agotamiento a principios de año, antes incluso de que la pandemia fuera una palabra cotidiana en occidente. Medio millar de trabajadores fueron despedidos de su sede central. A lo largo del año el grupo también se ha desprendido de algún activo inmobiliario en busca de liquidez.