¿Cuándo debo llevar a mi hijo por primera vez al dentista?

La limpieza bucal comienza en los primeros meses y debe ser constante y profunda durante toda la vida

Elisa Ventoso. 12/05/2021
Foto Unsplash @tjsocoz

Tener un hijo te sumerge de golpe en un mar de dudas. La mayoría de ellas tienen que ver con su confort, su bienestar y su salud. Hoy abordaremos uno de los interrogantes más frecuentes e importantes sobre la salud dental de los pequeños. En concreto, el que tiene que ver con la primera visita al especialista. ¿Por qué es fundamental que los niños vayan al dentista? ¿Cuándo debemos hacerlo por primera vez?

Pues bien, la Sociedad Española de Odontopediatría recomienda realizar la primera visita al especialista alrededor del año de vida. Será en esta visita cuando se determine la calidad del esmalte, la existencia de alguna patología o, por el contrario, la ratificación del buen estado general de la boca y los dientes de leche. Se encargará de ello el odontopediatra, una figura muy desconocida pero que no solo existe sino que se encarga de los dientes de los bebés desde que son muy pequeñitos. De hecho, no hay que confundir a este especialista con los dentistas que todos conocemos, expertos en bocas adultas, y que es posible que no vean a niños hasta los 3-4 años de edad, e incluso los cinco.

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Aunque no tengan dientes, a los bebés hay que limpiarles la boca.

Cómo y desde cuándo limpiar la boca de los bebés

Independientemente de la primera visita al dentista o el odontopediatra, una cosa que debemos tener clara es que la limpieza de la boca debe realizarse desde los seis meses de vida. A los bebés hay que limpiarles la boca aunque no tengan dientes. En concreto con una gasa limpia humedecida dos veces al día, por la mañana y por la noche”, explica la odontóloga Beatriz Gutiérrez Orío.

El motivo es sencillo, generar un hábito en los padres y concienciarles de que la salud de la boca de sus hijos dependerá de ellos desde los seis meses hasta los 7 u 8 años. Las razones que da la experta son claras: “Hasta los 7 u 8 años los niños no tienen la destreza suficiente para lavarse correctamente los dientes. Por eso, los padres deberán ayudar, repasar y supervisar el cepillado hasta aproximadamente esa edad”. 

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La limpieza con pasta dentífrica debe empezar cuando salgan los dientes. Foto Unsplash @fatboys

La limpieza bucal, importante desde el minuto uno

En este sentido y dependiendo de la edad de los niños, la limpieza deberá hacerse de una u otra manera pero siempre con pasta dentífrica, al contrario de lo que podamos pensar la mayoría. “La Sociedad Española de Odontopediatría recomienda utilizar la pasta dentífrica con mil partes por millón de flúor con la cantidad de un granito de arroz desde que salgan los dientes y hasta los tres años, vigilando especialmente las muelas y usando incluso hilo dental entre ellas”, explica la experta.

Asimismo, para los niños de entre 3 y 5 años la pasta sería la misma pero utilizando el tamaño de un guisante; y para los mayores de 5 años la proporción de flúor aumentaría hasta las 1.450 partes por millón y seguiría siendo del tamaño de un guisante. “El flúor es muy importante porque protege el esmalte del ataque bacteriano y ácido; y reduce el riesgo de la caries en los niños. La manera de elegir la pasta correcta es tan sencillo como acudir a la farmacia y pedirla en función de la edad del menor”.

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Las caries en los dientes de leche también duelen. Foto Unsplash @zahraamiri_

Visitar al dentista puede evitar problemas posteriores en los niños

Y es que una higiene dental temprana puede prevenir muchos problemas en la dentición adulta. Por ejemplo, según comenta Gutiérrez Orío, es importante que sepamos que los dientes de leche pueden tener caries y pueden doler. Si no se evitan desde la primera infancia con la visita al dentista y una buena limpieza, pueden ocasionar males mayores. “Por ejemplo, si una caries es muy grande y el diente se cae antes de tiempo, es posible que cuando salga el diente definitivo no tenga sitio y se coloque en la boca de manera incorrecta”, explica.

No obstante, hay más condicionantes externos que pueden dañar la boca y con los que tenemos que tener cuidado desde que los niños son muy pequeños. Uno de ellos es el chupete, que según los profesionales debe dejar de usarse antes de los dos años para evitar la deformación del paladar o la colocación errónea de los dientes. Lo mismo sucede con los niños que se chupan el dedo, que deberían dejar de hacerlo cuanto antes para evitar infecciones, malformaciones en los dientes o en los mismos dedos.

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