¿Cómo se hace una vela de lujo?
Te contamos la anatomía de una vela Cire Trudon, una de las más exclusivas del mundo.
Nacida en 1643, la Maison Trudon en Saint-Honoré (París) fue la proveedora de la corte de Luis XIV y de las catedrales e iglesias más importantes de Francia e Inglaterra. Su popularidad fue creciendo gracias a la expertise artesanal de sus maestros cereros y a los altos estándares de calidad de las materias primas. El lema en latín que figura en su blasón, “Deo regique laborant” (“Trabajan para Dios y para el Rey”), alude al trabajo de las abejas, auténticas protagonistas de la cera vegetal sin parafina de la firma.
Hoy en día, esta casa ocupa un espacio indiscutible en el universo del lujo y se integra tanto en los espacios privados como en las más solemnes y exquisitas ceremonias. Como el funeral de Yves Saint Laurent (2008), que contó exclusivamente con las velas de Cire Trudon para iluminar la Église Saint-Roch.
La cera.
Las fórmulas cereras de las velas Trudon son el fruto de un desarrollo específico que se ha ido perfeccionando con los años y que es la clave de sus excepcionales cualidades olfativas y de combustión. Cuando la vela se usa correctamente (cortando la mecha tras cada uso y procurando que se mantenga centrada), no expele humo ni se queda cera en torno al vaso.
El vaso.
Cada vaso se fabrica artesanalmente en la Toscana, y toma la forma de las cubetas de champagne.
La mecha.
Las mechas son de algodón puro; se emplean distintos tipos de tejido y diámetro en función de cada vela puesto que las mechas tienen que ‘llevarse bien’ con la cera y con el tamaño y grosor del vaso, así como con sus características de combustión.
La fragancia.
Elaboradas en colaboración con renombrados perfumistas, cada fragancia Trudon se desarrolla con sumos cuidado y paciencia. No hay prisa por lanzar novedades, la calidad prima por encima de la cantidad. Desde la selección de las materias primas y las pruebas en el laboratorio, hasta la aplicación final en la cera, son necesarios muchos pasos para dar vida a cada vela Trudon.
El Lema.
El lema “Deo Regique Laborant”, que se puede leer en el emblema de la casa, significa: “Trabajan para Dios y para el Rey” y alude a la labor de las abejas.
La colmena.
El símbolo de la colmena es otro tributo a las abejas, que han contribuido a la calidad de las velas de la Maison Trudon a lo largo de los siglos.
El emblema.
Se inspira en el bajorrelieve de la antigua Fábrica Real de Cera, antaño propiedad de la familia Trudon. Situada en Antony, cerca de París, actualmente pertenece a la Iglesia y sirve de hogar a las monjas de la congregación Saint-Joseph de Cluny.
Lawrence Mynott.
El pintor e ilustrador Lawrence Mynott crea un dibujo original y con mucho humor para cada una de las fragancias Cire Trudon.
Consejos de uso:
- Con el fin de apreciar la vela al máximo, recomendamos quemarla hasta que toda la superficie esté líquida.
- Para conservar el perfume, no la uses más de 3 horas la primera vez que la enciendas, y de 1 a 2 horas el resto de las veces.
- No dejes nunca una vela encendida sin vigilancia.
- Sitúa tu vela al abrigo de las corrientes de aire. Ponlas donde no puedan alcanzarlas las cortinas, los niños pequeños o los animales domésticos.
- Si la mecha se desalinea, enderézala con delicadeza mientras la cera aún esté caliente.
- En el improbable caso de que salga humo, corta la punta de la mecha. La longitud adecuada no debería superar los 6 mm.
- Protege la superficie sobre la que pones tu vela (con una tela o un plato, por ejemplo).
- Con el fin de proteger el vaso, no quemes la vela hasta el fondo, deja siempre al menos medio centímetro de cera sin quemar.
- Conserva tu vela en un espacio seco y atemperado, entre 15 ° y 25 °.
- Haz la primera combustión durante los dos primeros meses posteriores a la compra de la vela.