¿Te gustaría vivir como Bruce Willis?
Si este artista está entre tus preferidos no dejes de admirar el dúplex que ha puesto en venta: es sinónimo de buen gusto.
Estás en Manhattan, corre el año 2015 y eres uno de los actores más taquilleros de Hollywood, está claro que tienes que comprarte un piso… ¡No!, mejor, debes comprarte un dúplex en pleno Central Park: es tu obligación. Así que… ¿Qué mejor sitio que un edificio emblemático, de antes de la Gran Guerra, diseñado por los arquitectos Simon I. Schwartz y Arthur Gross (artífices de ocho edificios históricos en Central Park West)?
Pues nada, lo compras, junto a tu flamante esposa Emma Heming Willis, radiante modelo y bloguera, además de filántropa. El inmueble tiene 557 metros cuadrados, y te ha costado 16,99 millones de dólares (14,56 de euros), pero no veas lo chulo que está, y en qué lugar: en primera línea del parque más televisado del Orbe, concretamente, en el número 271 de Central Park West, una joya, sí, estás orgulloso, has elegido bien.
Pero claro, no contabas con un hándicap de amplio espectro, aparte de tus muchas incursiones sociales, has estado rodando “El último disparo” (First Kill en USA), “El Justiciero” (Death Wish) que se estrenará en marzo de 2018, o la sexta entrega de la saga “La Jungla de Cristal” (Die Hard), que verá la luz en 2019. Así que poco tiempo has disfrutado de un lugar tan espectacular, sabes que tu obligación (¿otra más?) es vender este inmueble, no debe permanecer en el olvido.
Coges lápiz y papel, no, mejor la tablet, la que te regaló aquel simpático productor (qué recuerdos) y empiezas a enumerar las ventajas del edificio. No es un rascacielos, que va, tiene tan sólo 13 plantas, en las que se ubican 26 apartamentos con valores de mercado entre los 4 y los 16 millones de dólares (3,27 y 13,09 de euros), claro, lo mejor es que está en una cuarta planta (ideal si se rompe el ascensor) y tiene (ni más ni menos que) 20 ventanas entre sus dos pisos (es un dúplex, no te olvides).
La fachada, del tradicional ladrillo de terracota (el mayor ejemplo de elemento constructivo de gran versatilidad), da al mentado parque y, su lateral más pequeño (con sólo dos ventanas por planta), a la calle 87. Dentro se puede disfrutar de 6 dormitorios, cuatro cuartos de baño, un aseo, una hermosa cocina, biblioteca, dos salas de estar y un vestíbulo para recibir a tus invitados, por supuesto, también tienes lavandería y un coqueto almacén para vinos.
No te olvidas de indicar que, originalmente, eran dos apartamentos que se fusionaron para constituirse en uno. La idea no fue tuya, aunque podría haberlo sido, pero es de justicia mentar a quién la tuvo, su anterior propietario Wesley Edens, el dueño de los Milwaukee Bucks, que demolió parte del forjado y comunicó las plantas mediante una escalera de dos tramos, bueno, igual tú hubieras aprovechado para poner un pequeño montacargas, pero lo hecho, hecho está.
En honor a la verdad, nunca terminó de convencerte lo de tener la entrada en el cuarto piso y las habitaciones principales en el tercero, pero a todo se habitúa uno… El caso es que el Upper West Side siempre ha sido tu lugar favorito de Nueva York, y te va a dar mucha pena dejarlo, “Siempre seré un tipo del Upper West Side. He estado viviendo aquí y allá desde los años 70”, dijiste mediante un comunicado, pero volverás, claro que sí.
La distribución es la que sigue: desde el vestíbulo accedes a una sala de estar, con comedor incluido, y al pasillo principal. Este comunica con la cocina, la segunda sala de estar, la biblioteca y un dormitorio (para el servicio doméstico). Que buenos ratos has pasado en la cocina, luminosa como pocas, con dos espectaculares refrigeradores Sub-Zero y una cocina de la marca Viking de seis quemadores (cuantos más, mejor).
Desde el pasillo tomas la escalera de peldaños de madera hasta la planta inferior, que incluye cinco dormitorios (incluyendo el principal), un baño con spa (ducha de vapor y bañera separada), la lavandería y un trastero. La luz no es un problema, el inmueble está repleto de grandes ventanas, que bañan, por ejemplo, la maravillosa encimera de granito natural de la cocina y su isla, donde has comprobado que se desayuna como todo un artista.
El apartamento cuenta con persianas eléctricas, aire acondicionado centralizado (menor consumo), diseño minimalista con colores neutros (blanco roto y tonos beige), pavimentos de madera, ventanas de guillotina con estrechos marcos y alfombras por doquier (para hacer más agradables las estancias). Además, se admiten mascotas en la comunidad, sólo tienen un máximo de dos viviendas por planta, tienen conserje y ascensorista, un almacén principal y un aparcamiento para bicicletas.
En la parte posterior del complejo, hay una media cancha de baloncesto donde estirar los músculos y entretenerte un rato (si no prefieres ir al Starbucks de la manzana trasera). Eso sí, hay que pagar un mantenimiento mensual de 11.879 dólares (9.718 euros), pero eso a ti no te detuvo, así que no tienes por qué pensar que sea un problema para su futuro propietario. Ya has pensado un precio: venderás esta joya por 17,75 millones de dólares (14,52 de euros), no mucho más de lo que pagaste hace tan sólo dos años.
Es una ganga, y lo sabes, lástima que no seas Bruce Willis, ni que ese apartamento sea tuyo para venderlo como lo está haciendo el popular actor, eso sí, si tienes oportunidad, te harás con él.