Vive un apasionante viaje de 3.000 años a través de la música

En el campo de batalla, en la mesa del poderoso o como intermediaria entre hombres y dioses, la música tenía funciones muy diversas en las sociedades antiguas. La Obra Social ”la Caixa”, el Musée du Louvre y el Musée du Louvre-Lens presentan la primera exposición en España dedicada a la música de las antiguas civilizaciones de Oriente, Egipto, Grecia y Roma.

The Luxonomist. 23/08/2018

Del 9 de junio al 16 de septiembre la Obra Social ”la Caixa”, el Musée du Louvre y el Musée du Louvre-Lens presentan la primera exposición en España dedicada a la música de las antiguas civilizaciones de Oriente, Egipto, Grecia y Roma. Este es un viaje por la música de la antigüedad que revela el rol de esta como legitimadora del poder, como complemento de lo sagrado y como fuente de efectos mágicos más allá del placer estético de escuchar. Un trayecto por un largo periodo histórico que también vio el nacimiento del músico profesional y de una industria instrumental difundida por todo el Mediterráneo, desde Oriente Próximo hasta la Galia.

Cerca de 400 obras de gran variedad, algunas de ellas nunca mostradas al público hasta ahora por su fragilidad, procedentes de las colecciones del Louvre y de una veintena de instituciones internacionales, incluyendo el Museo Arqueológico Nacional de Atenas y el Metropolitan Museum de Nueva York, permiten al visitante escuchar y comprender un paisaje sonoro de más de tres mil años de historia.

Arpa triangular del antiguo Egipto y ánfora griega. Fotos: Hervé Lewandowski

El Renacimiento, con su perspectiva humanista, facilitó el redescubrimiento de la música griega y romana. Las campañas egipcias de Napoleón permitieron descubrir la música del Egipto faraónico, convirtiéndose rápidamente en una fuente de fascinación en un momento en que la historia de la música se estaba convirtiendo en una disciplina de pleno derecho. El siglo xix marcó el comienzo de la arqueología musical, empujando hacia atrás los orígenes de la música en más de tres mil años.

Gracias a la publicación de los himnos délficos, cantos griegos dedicados al dios Apolo hallados en 1893, y al descubrimiento de vestigios de arpas en Tebas y de trompetas en Pompeya, se desarrolló un afán por hacer copias de instrumentos antiguos. A pesar de esta ola de curiosidad,  no fue hasta las décadas de 1930 a 1950, con las primeras excavaciones en Ur (Irak), cuando se descubrieron espectaculares cítaras y textos cuneiformes con instrucciones musicales.

*En CaixaForum Madrid hasta el 16 de septiembre.

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