BMW hará los motores del Land Rover Defender

La automovilística alemana firma un acuerdo con Ineos Automotive para proporcionarle los propulsores de los vehículos de la casa británica.

The Luxonomist. 19/03/2019

Si el icónico Land Rover Defender se sigue produciendo es gracias al esfuerzo inversor del grupo británico Ineos. Allá por 2015 este grupo industrial, que desarrolla toda una serie de negocios relacionados con la energía y la química, decidió quedarse con uno de los activos británicos más reconocidos en todo el mundo. Fue cuando Jaguar Land Rover puso fin a la producción del mítico Land Rover Defender. Desde entonces, la firma ha renovado su catálogo, pero siempre intentando mantener la esencia de un vehículo imprescindible y venerado fuera del asfalto.

Ahora y en virtud al acuerdo alcanzado entre Ineos y BMW, la casa alemana será la encargada de suministrar los motores de gasolina y diésel que llevarán los Defender. Un acuerdo que supone para BMW un fuerte espaldarazo para su división de motores industriales, afectada como muchos otros fabricantes por los problemas del diésel.

 

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Una publicación compartida de Projekt Grenadier (@projektgrenadier) el 12 Feb, 2019 a las 7:53 PST

“Nuestra compañía es famosa por sus eficientes motores de alto rendimiento que se encuentran entre los mejores del mundo”, ha resaltado Pieter Nota, responsable de las ventas de BMW. “Ofrecemos una amplia gama de tecnologías y servicios de transmisión de primera calidad y con pedidos a medida, tanto para fabricantes de automóviles y como para otros clientes, y creemos que esta es un área de negocios con un potencial de crecimiento real”, asegura el directivo.

La casa alemana necesita aumentar su volumen de negocio, sobre todo después de ofrecer unos resultados en 2018 que no han estado en línea con lo esperado y confirmar que 2019 no será precisamente mejor. El año pasado sus ganancias netas cayeron casi un 17 %, ligeramente por encima de los 7.200 millones de euros. Y la clave precisamente estuvo en los costes derivados de la adaptación de sus modelos a las directivas medioambientales. La facturación se acercó a los 97.500 millones de euros, un descenso del 0,8 %.

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