Celebra el Día Mundial de los Océanos conociendo los secretos de sus profundidades
Hoy 8 de junio se celebra el Día Mundial de los Océanos, una fecha para concienciar a la población sobre su cuidado e importancia para la vida.
La inmensidad del océano es algo que nos sigue asombrado cada vez que cogemos un avión o nos ponemos a mirar al infinito en una playa. Sin embargo, la acción humana está contaminando sus aguas y la fauna y flora que habita en ellas está sufriendo las consecuencias. Para concienciar sobre la necesidad de cuidar los océanos, la ONU estableció en 2008 que cada 8 de junio se celebrase el Día Mundial de los Océanos.
Y es que los océanos son fundamentales para nuestra vida cotidiana. Son los pulmones de nuestro planeta, la mayor parte del oxígeno que respiramos viene de ellos. Son una fuente fundamental de alimentos y medicinas y una parte esencial de la biosfera. Por ello, y para concienciarte aún más de su cuidado, hay sites como The Deep Sea Conservation Coalition que recogen información especializada sobre ellos. Aquí te vamos a contar algunas de las miles de curiosidades que el océano esconde bajo sus aguas.
El misterio de las profundidades del océano
Las profundidades marinas son el mayor hábitat de la Tierra y constituyen alrededor del 95% del espacio vital del planeta. Lo que nosotros vemos y sabemos del océano es muy poco comparado con la realidad. La mayor profundidad del océano jamás medida es de 11.000 metros, es decir, el equivalente a la altitud media de un vuelo de pasajeros.
Sin embargo, se trata de una profundidad minúscula, ya que los científicos han explorado aproximadamente el 0,0001% de las profundidades del océano, y cada vez que se ponen a trabajar en él descubren especies nuevas.
La oscuridad total
Las profundidades del mar están en la oscuridad total para el ojo humano, pero algunos peces son de 15 a 30 veces más sensibles a la luz y pueden detectarla hasta los 1.300 metros. Y es que por debajo de los 10 metros los colores de las profundidades del mar no son visibles con la luz natural.
Los primeros colores en dejar de percibirse en las profundidades del mar son los rojos y naranjas. Éstos se pierden a los 10 metros. Después los amarillos y los verdes. A partir de los 150 metros el ojo humano solo percibe el azul y a los 800 la oscuridad total.
Más de 100 millones de especies
Todo esto hace que sean más las personas que han viajado al espacio que a las partes más profundas del océano. Concretamente 12 personas han caminado sobre la luna, pero sólo tres han descendido al punto más bajo conocido del océano, la Fosa de las Marianas.
Este desconocimiento sobre las profundidades del océano hace que los científicos piensen que solo en las profundidades marinas pueda haber más especies que en todos los entornos de la Tierra juntos. Según sus cálculos, hasta 100 millones de especies.
Una presión equivalente al peso de 50 aviones
Otra de las razones que explica que el ser humano no ha descendido hasta estas zonas es la presión. Y es que ésta puede ser mil veces mayor que la se experimenta a nivel del mar. Para que te hagas una idea la presión en las profundidades del océano sería similar a tener 50 aviones jumbo sobre ti.
Un hecho que ha llevado a que los científicos se planteen cómo pueden sobrevivir las especies a tan altas presiones. Aunque sabemos que muchos peces tienen huesos flexibles y blandos, protegidos por pequeñas moléculas, y que carecen de cavidades de aire, son susceptibles de ser aplastados.
Un regalo de la naturaleza
Por ejemplo, el pulpo Casper, una especie que habita en las profundidades y que fue descubierto en 2016, sacrifica su vida por la de sus crías. Esta especie envuelve su cuerpo alrededor de sus huevos durante años para protegerlos hasta que eclosionan y muere de hambre.
Sin embargo, todo esto es todavía un mundo que está por descubrir, hasta el punto de hacernos redefinir nuestra compresión de la vida, ya que existen especies únicas que se apoyan en bacterias termófilas que sobreviven mediante quimiosíntesis, proporcionando energía sin luz.
Por todas estas razones y muchas más debemos celebrar el Día Mundial de los Océanos cuidándolos cada día. Nos dan alimento, trabajo, e incluso contribuyen a absorber parte del CO2 que genera el ser humano, concretamente un 30%. Así que antes de tirar algo al mar, o pensar solo en tu beneficio propio, piensa en lo que la naturaleza nos regala.