CaixaBank emitirá este año el 85% de sus tarjetas con plástico reciclado
La entidad demuestra su compromiso con el medio ambiente con el cambio en la fabricación e impresión progresiva de sus 18,8 millones de tarjetas.
Cuidar del medio ambiente se ha convertido no solo en una declaración de intenciones, sino en una necesidad. Todos, cada uno en su medida, podemos y debemos contribuir a hacer de nuestro planeta un lugar mejor. Todo suma. No solo las pequeñas acciones de los individuos sino también las de grandes empresas, independientemente de a qué se dediquen. Es el caso de CaixaBank, que avanza en su compromiso con el entorno con acciones pioneras como la de sustituir el plástico de sus tarjetas por materiales reciclados.
La medida será factible este mismo año 2021, cuando previsiblemente el 85% de las tarjetas emitidas por la entidad estén fabricadas con plástico reciclado y componentes biodegradables. CaixaBank es la primera financiera en nuestro país en llevar a cabo una acción similar, que completará además poniendo en marcha cambios en la técnica de impresión de las mismas. Algo que reducirá la huella de carbono y reforzará el circuito interno de reciclado de tarjetas caducadas.
La sustitución progresiva de 18,8 millones de tarjetas
Se trata de una acción sin precedentes que convertirá a CaixaBank en la primera entidad financiera en España y uno de los primeros bancos del mundo en emitir sus tarjetas con materiales alternativos con menor impacto para el medio ambiente. El cambio, eso sí, se realizará de forma progresiva dado el alto volumen de tarjetas con las que cuenta la entidad, más de 18,8 millones de unidades.
La emisión progresiva de las tarjetas con materiales reciclados se llevará a cabo a través de la filial CaixaBank Payments & Consumer, que calcula a finales de año llegar a alrededor de cinco millones de tarjetas recicladas en funcionamiento. En concreto, el plástico será sustituido por otros de menor impacto como el plástico de origen reciclado (PVC-R) o biodegradable (PLA).
El primero proviene de desechos de la industria de la construcción, reciclaje de bolsas de plástico y residuos de otras tarjetas. Cada tarjeta elaborada con este tipo de material emplea un 45% menos de agua que una de plástico y emite un 15% menos de CO2 a la atmósfera. En cuanto al PLA, es un material de origen biológico con el que se evita el uso de recursos fósiles. Ambos reducen el impacto ambiental respecto al uso del plástico normal y garantizan la duración de las tarjetas en al menos cinco años.
Impresión y reciclaje de tarjetas de CaixaBank
Y en cuanto a la impresión de las tarjetas, CaixaBank también se ha propuesto cambiar los métodos para hacerlos más respetuosos con el medio ambiente. El nombre y los datos que figuren en ellas se marcarán mediante impresión láser para evitar las tintas, algo que además de ahorrar residuos también aumenta su durabilidad. No obstante, hace tiempo que la entidad solo personaliza una de las caras de las tarjetas, por lo que el gasto en materiales contaminantes también es menor.
En este sentido, cuando termina la vida útil de una tarjeta y el cliente la entrega en su oficina, CaixaBank pone en marcha un proceso por el que se puede recuperar el material y darle una nueva vida. Un auténtico circuito de reciclaje para tarjetas caducadas o en desuso que completa el compromiso con la sostenibilidad de la entidad.
CaixaBank y su compromiso con el medio ambiente
No en la primera vez que CaixaBank habla de emitir tarjetas sostenibles hechas con materiales reciclados. En 2019 unas 150.000 tarjetas regalo de la entidad se produjeron con ácido poliláctico, un material biodegradable proveniente del almidón de maíz que tras dos años se elimina completamente sin dejar residuos. Además, en agosto de 2020 CaixaBank lanzó su primera tarjeta fabricada con material 100% reciclado, su Visa &Pay, de las que tiene 125.000 en circulación.
Además de estas iniciativas, CaixaBank es una de las entidades líderes en cuanto a actuaciones dirigidas a mitigar los efectos del cambio climático. Incluida en el índice CDP (Carbon Disclosure Project), está comprometida con el cumplimiento de los Acuerdos de París y tiene una variable ambiental integrada en su actividad de negocio que le hace estar adherida a los Principios de Ecuador.
Cuenta con un Plan de Gestión Medioambiental específico para los años 2019-2021 y su política activa de control de emisiones ha hecho que logre reducirlas un 85% desde 2009. Asimismo, CaixaBank se ha convertido en el único banco español cotizado que compensa la totalidad de las emisiones de efecto invernadero generadas y calculadas en su huella de carbono, lo que le convierte en entidad “Carbon Neutral”. El banco fue la primera organización española incluida en la lista RE100, forma parte del Grupo Español de Crecimiento Verde y se ha sumado al Compromiso Colectivo para la Acción Climática de Naciones Unidas.