Iñigo Manterola, el escultor vasco de la gastronomía y el mar
El artista nacido en Orio es un reclamo en Donosti por la relevancia de sus obras y su vínculo con algunos establecimientos míticos como el Hotel María Cristina.
Guipúzcoa es una tierra increíblemente rica por muchos motivos. Además de ser un paradigma internacional en gastronomía y un destino de naturaleza indiscutible, también está íntimamente ligada al mundo del arte y el espectáculo. La celebración anual del Festival Internacional de Cine de San Sebastián convirtió a su capital en un referente de primer orden en este campo. En cuanto al arte, mantiene un íntimo vínculo con artistas destacados del siglo XX, como Eduardo Chillida y otros más recientes como Iñigo Manterola.
Arte y gastronomía, la unión perfecta
Nacido en la localidad guipuzcoana de Orio (1973), Manterola lleva desarrollando sus habilidades con la pintura y la escultura desde hace más de 25 años. La relevancia de sus obras y sus colaboraciones con iconos de la capital donostiarra como el Hotel María Cristina le han convertido en todo un referente dentro y fuera de nuestras fronteras.
Así, su nombre aparece como reclamo en el último vídeo corporativo de la cadena Marriott Internacional al que pertenece ‘El hotel de las estrellas‘, junto a otros de la talla de Juan Mari Arzak, Hilario Arbelaitz (restaurante Zuberoa) o el propio Chillida.
Iñigo Manterola y el María Cristina de Donosti
Y es que Iñigo Manterola mantiene desde hace tiempo una estrecha relación con el mítico establecimiento. Sus esculturas decoraron las mesas del restaurante pop up de la chef con tres estrellas Michelin, Hélène Darrozeus, durante dos años; y creó para la ocasión una edición limitada de servilleteros.
Estos pudieron verse tanto en el María Cristina como en el restaurante que la chef tiene en París. Además, el bucólico ‘secret garden’ del hotel también albergó con motivo de las últimas ediciones del Festival de Cine, una pieza de gran formato del artista.
El adn vasco en sus obras
Ahora el oriotarra repite colaboración con el centenario edificio gracias a la escuela de cocina MIMO que se inaugurará en el mismo. Se trata de una iniciativa que mezcla a la perfección dos puntos fuertes del País Vasco, el arte y la gastronomía, y en la que Manterola participará activamente.
Lo hará con la exposición de varias de sus obras inspiradas en la pesca del bonito y todo lo que tiene que ver con el mar. Un tema recurrente para él, al igual que las líneas curvas y los elementos orgánicos, debido en parte a su historia familiar.
El futuro dentro y fuera de Guipúzcoa
Hijo, nieto y biznieto de pescadores, una de sus últimas y más íntimas colaboraciones ha sido con el pueblo pesquero de Getaria. Desde el pasado 14 de mayo su escultura ‘Hitzordua’ preside el Artxape del pueblo. Se trata de un mirador que mira al puerto y desde donde la pieza, adquirida por la Cofrafía de pescadores y el Ayuntamiento de la localidad, recuerda a todos aquellos que no volvieron de sus citas con el mar.
En cuanto a proyectos futuros, en la primavera de 2022 abrirá al público una nueva galería de arte en la Bretaña Francesa, en la localidad de Saint-Briac-Sur-Mer, con obras de Manterola. Además, para las mismas fechas, está previsto que el artista retome una acción pendiente con el hotel Palace de Barcelona, suspendida el año pasado debido a la pandemia.