Billy Elliot ya baila en Barcelona
El musical del West End llega a la ciudad condal y arrasa con el drama musical del adolescente cuya única ilusión es bailar.
Parece que fue ayer, pero han pasado 21 años desde que Stephen Daldry nos sedujera desde la pantalla con “Billy Elliot”, la historia (que ya podemos ver en Barcelona) de un adolescente que siente pasión por el baile y quiere dedicarse al ballet profesional.
La acción se sitúa en un pueblo minero del condado de Durham, Inglaterra, durante la huelga de los mineros que se oponían a los recortes de la entonces primera ministra, Margaret Thatcher.
En este contexto, las inquietudes del chaval se topan con todo tipo de problemas. En primer lugar la oposición familiar de su padre y hermano, que le incitan al boxeo y se empeñan en hacer de él otro minero como ellos; que cuentan con el apoyo de una abuela chiflada (único soporte de Billy), que mantiene vivo el recuerdo de su desaparecida madre. El aliciente para Billy Elliot es una profesora de danza que descubre accidentalmente sus virtudes y se empeña en enderezar y potenciar su carrera.
Una historia con gran repercusión
La historia en cine tuvo una excelente acogida en taquilla y no tardó en aparecer la versión teatral en el West End. Fue en 2005, contando con el mismo libreto de Lee Hall pero con un sustancial cambio en la parte musical. En concreto se cambió la banda sonora a base de músicas rock de la época (con temas de T. Rex, The Jam, The Clash, The Styl Council o de Eagle-Eve Cherry, entre otros), por una partitura original de Elton John que se ofreció a ello por la temática del asunto, que toca la sexualidad como parte fundamental del ser humano, sin importar la profesión.
La obra llegaría por supuesto a Broadway, concretamente en 2008, donde igualmente triunfaría como en Londres acaparando todos los premios imaginables y batiendo todo tipo de récords.
Billy Elliot llega ahora a Barcelona
Y así, con este sonado recorrido, esta pequeña joya llega ahora al teatro Victoria de Barcelona dirigida por David Serrano. Él ha puesto en marcha, con notable éxito, un complejo engranaje. Todo para mover una historia con personas de todas edades y físicos que bailan muy, pero que muy disciplinadamente; y cantan con afinación excelente.
Todo ello gracias en parte a la Escuela de Coco Comín que ha preparado a los cinco Billy Elliot de la función. Hablamos de Pablo Fitó, Marc Gelabert, Pol Robert, Max Villarrasa e Iker Castell, a quien vimos en la función con una entrega notable y una excelente dotación para la danza.
El excelente espectáculo de Billy Elliot en Barcelona
La compañía se desenvuelve muy bien en los números corales, que de eso se trata en un musical en el que pueden aparecer hasta cincuenta personas en escena en determinados momentos; destacando el emotivo y sorpresivo, por no decir emocionante final.
Y si hablamos de nombres propios, si alguien se lleva la función a su lado esa es Natalia Millán. La esforzada “señorita Wilkinson”, fiel aliada de “Billy Elliot” y su soporte emocional en toda la trama, es la guinda de un estupendo casting. En él destacan Óscar de la Fuente, como el padre, comprensivo al fin y al cabo; y Agustín Otón, que encarna al revolucionario hermano.
Desde aquí hacemos una mención simpática para Teresa Guillamón, la descarada abuela; y para Allende Blanco, que encarna con sus mágicas apariciones cantadas a la desaparecida madre del protagonista.
Un paso para la vuelta a la verdadera normalidad
Toda una doméstica epopeya para dotar una pequeña fábula que podría desembocar en drama, pero que se resuelve en una narración dramática donde todo mueve con engranaje perfecto. Esta historia demuestra que podemos ofrecer espectáculos como los que se ven en los mejores escenarios del mundo; y con compañías que justifican el precio de las localidades.
Ahora solo falta que los teatros puedan funcionar a plena ocupación sin butacas vacías entre grupos para poder rentabilidad las inversiones. Además, si se llega al teatro en un autobús repleto… ¿qué sentido tienen dentro del recinto los espacios de precaución?