O´Peregrino, el placer de viajar a Galicia con el paladar sin moverte de Barcelona
Este restaurante con más de 30 años de historia es una de las marisquerías gallegas de referencia de la ciudad condal.
O’ Peregrino es una marisquería gallega más que conocida en Barcelona a la que avalan 30 años de historia. Sin duda un tiempo más que suficiente para atestiguar su éxito que hace pensar que algo hacen bien en este restaurante del Eixample. No obstante, algo cambió en él en 2020, cuando cogió las riendas de su cocina Alejandro Sanahuja, responsable de una cocina ahora más innovadora pero que no ha perdido lo esencial.
Alejandro Sanahuja a los fogones
En plena pandemia, este chef formado en la Escuela de Hostelería Hoffman de la ciudad condal decidió darle una vuelta al proyecto. Lo hizo aplicando técnicas vanguardistas e innovadoras a los platos de O´Peregrino pero manteniendo el adn del local y el tradicional marisco.
Una apuesta ambiciosa que funciona y con las que pretende afianzarse en el panorama, nada sencillo, de la restauración barcelonesa.
La unión de Galicia y Barcelona sucede en O´Peregrino
Así, su carta invita a hacer un viaje gastronómico por Galicia pasando por alguna zona de la costa catalana. Para ello combina con maestría el producto más «local» con el producto gallego más sabroso y reconocible.
Todo en un ambiente tranquilo, agradable, con ese toque chic que no te esperas en una marisquería «de siempre» donde sin embargo puedes comer «como nunca».
Tradición e innovación, claves del éxito
En The Luxonomist tuvimos la fortuna de poder disfrutar de sus platos, y para elegir nos dejamos asesorar por su maître. Cigalas de tronco, bogavante azul de las Rías, gambones tigre de Sant Carles de la Ràpita o gambas de Palamós son algunas de las propuestas frescas más llamativas y sabrosas de su carta que nos enamoraron.
Un marisco riquísimo y que denota un producto de primera calidad que cerramos con un plato realmente sorprendente. Unas escandalosas fresas a la pimienta con Grand Marnier, licor Kirsch, helado de perlas de vainilla de Madagascar. Para repetir.
Tendremos que volver para probar otros platos tan apetecibles y sugerentes como la ostra al estilo Ducasse Paris con mayonesa de leche de soja y miel gratinada, polen y pulpa de naranja; el carpaccio de gamba roja con ceps confitados y aceite de trufa blanca; o la pasta fresca fetuccini salteada con ajo, perejil y guindilla, flambeada con brandy y con salsa centolla, almeja y gambón.