Tres tips para vestir de negro en las bodas y ser la invitada perfecta
Si sigues estas premisas puedes llevar el color prohibido a tus próximas bodas y ser la invitada perfecta aún incumpliendo el ‘dress code’.
El verano es época de eventos y dar con un estilismo perfecto no siempre es fácil. En las bodas, por ejemplo, hay normas de protocolo que reducen las opciones. No se puede ir ni de blanco ni de negro, ni de corto ni de largo, nada de lentejuelas… y nada de quitarse el tocado hasta el primer baile de los recién casados. No obstante, la moda cada vez es más permisiva y hay cosas «prohibidas» que ya se pueden hacer. Por ejemplo, vestir de negro en una boda y arrasar como invitada. Las claves para hacerlo de la manera adecuada las tiene Juan Vidal.
Vestir de negro mejor en las bodas de tarde
Sí, puede que nos encante el negro y cada vez esté mejor visto pero siempre va a ser mejor llevarlo cuando la boda sea de tarde-noche. A pesar de ser un color de lo más sofisticado, lo ideal es llevarlo cuando el sol empieza a ponerse ya que tiene ese toque irremediablemente festivo que no va tanto con una boda de día.
Imprescindible darle un toque de color
Un vestido negro pide en ocasiones ser el protagonista indiscutible. Sin embargo, para acudir a una boda es mejor que añadas a tu look un toque de color. Desde tonos metalizados a los neón, pasando por otros malva, fucsias o anaranjados. Las opciones son infinitas.
Detalles que marcan la diferencia
Si quieres vestir de negro en eventos como bodas, debes saber que también hay ciertos detalles que pueden marcar la diferencia. Por ejemplo un vestido estampado, de corte midi o con apliques para romper con ese negro homogéneo. También existen otras opciones como pueden ser los cortes asimétricos o con aberturas.