El curioso ofrecimiento de Isabel II a Meghan tras su incidente racista
La duquesa de Sussex tuvo problemas con el personal de confianza asignado para que se adaptara a la vida en palacio.
Los supuestos problemas de racismo que padeció Meghan Markle durante su estancia en Londres llegaron hasta Isabel II. Eso es al menos lo que asegura Omid Scobie en su último libro, donde incide en la teoría de que la propia reina hizo lo posible para que la esposa del príncipe Harry se sintiera cómoda. El periodista asegura que incluso se sugirieron cambios en el equipo de confianza que asesoraba a Meghan dependiendo de su origen racial.
Desde Buckingham se sugirió que el teniente coronel Nana Kofi Twumasi-Ankrah ayudara a la esposa del príncipe Harry a integrarse. Este oficial de caballería, nacido en Ghana y birracial como Meghan, había trabajado junto a Felipe de Edimburgo.
Meghan Markle tuvo problemas con el personal asignado
En su libro, Scobie cuenta que el nombramiento y el motivo por el que se hizo no sentó nada bien a la duquesa de Sussex. Entre otras cosas porque, según el periodista, se debió a una “falta de personal negro en funciones relevantes de alto nivel”. El diario US Sun va un poco más allá en su análisis sobre la polémica racista que vivió Meghan Markle en Buckingham. Sugiere este medio que la duquesa y que sus propios amigos se sintieron insultados con el gesto.
Omid Scobie duda que con Kate Middleton se hubiera actuado de la misma manera, sugiriendo el nombramiento de una persona de confianza para que la orientara. Bien es cierto que los problemas de Meghan Markle con su personal de confianza fueron recurrentes durante su estancia en palacio.
Como bien recuerda el periodista en su libro, la duquesa de Sussex trabajó durante un tiempo con Lady Susan Hussey. Su primera persona de confianza en palacio la doblaba en edad y poco o nada tenía en común con la actriz estadounidense. Otros autores antes que Scobie, como Tina Brown, reconocieron en sus libros que la ausencia de empleados negros en palacio en puestos de relevancia era un problema para Meghan Markle.