Itsas Egurra, lámparas artesanas y sostenibles con alma de mar
La firma emergente ofrece piezas de decoración únicas elaboradas con maderas de deriva y materiales sostenibles.
Itsas Egurra significa, traducido del euskera, «madera de mar». Y también es el nombre de una pequeña firma, artesana y emergente, de objetos de decoración -principalmente lámparas- hechos con troncos y maderas de deriva. Es decir, esas que las olas han llevado hasta la playa y que ahora pueden lucir en cualquier rincón de tu casa convertidas en piezas originales y 100 % ecológicas.
El alma máter de la empresa es Javier González, publicista de formación y con una amplia experiencia en el mundo de la cooperación internacional, que vio en la idea de recuperar, reconvertir y, en definitiva, dar una segunda vida a estas maderas «muertas», una manera de cuidar el entorno y rendir homenaje al mar.
El mar, el causante de todo
Porque es precisamente el mar el que moldea cada pieza haciéndola única. «Cada madera tiene una forma distinta y algo especial por haber estado en el mar y en las playas», nos explica González. «Su pulido natural producido por las olas, el viento y la arena, así como su color pálido, sus bordes redondeados, sus surcos o caminos… las hacen realmente singulares y llamativas».
Algo que le llevó a elegir la madera y no otro material para emprender. «Elegí la madera para mis creaciones por varios motivos. En primer lugar, porque es un material natural, orgánico, que puedo obtener de las playas sin talar árboles ni «molestar» a la naturaleza. Y en segundo lugar porque siempre me ha gustado y me ha llamado la atención. Quizás porque mi abuelo también la trabajaba», explica.
Cómo nació Itsas Egurra
Así que en 2020, en plena pandemia del Covid, la idea de hacer lámparas con maderas de deriva comenzó a tomar forma. Durante meses, Javier investigó a fondo la técnica del drift wood, muy conocida en países anglosajones, y centrada en los usos de la madera recuperada del mar. Eso, junto a la firme convicción de hacer algo lo más sostenible posible y una formación previa en restauración de muebles y talla de madera, hicieron el resto.
El proceso de elaboración de cada pieza comienza con la selección de los materiales. Algo que según nos explica el artesano depende de dos criterios: el estético y el práctico. Es decir, que el tronco de madera le guste y que no esté podrido.
«Al tocar la madera sabes enseguida si está en buen estado o no. Igualmente, es imposible determinar si lleva en la playa dos días o varios meses. Por eso las someto a todas a un proceso de limpieza profunda. Principalmente para asegurarme de que no tengan termitas ni carcoma».
Un proceso largo en el que prima la sostenibilidad. De hecho, evita los tratamientos químicos congelando cada pieza durante varias semanas antes de comenzar con el montaje.
Lámparas sostenibles y con personalidad
Así, el portfolio de Itsas Egurra lo componen portavelas, lámparas de pared, de pie y de mesa a las que pronto se unirán los espejos. Cada pieza se realiza bajo pedido o en función de las maderas recogidas, pero siempre «manipulando la madera lo menos posible para que conserve toda su personalidad».
De esta forma, las bases planas de las lámparas suelen ser de maderas procedentes de las playas. En el caso de las de pie, más complicadas y pesadas, González utiliza bases de hierro que encarga a un herrero de la zona.
Su conciencia ecológica y responsable también llega al cableado, recubierto con fibra de cáñamo. Éste, además de ser más sostenible, también es más estético «ya que su color marrón clarito combina muy bien con el de la madera», nos explica.
La artesanía de Itsas Egurra
Las lámparas 100 % artesanas y sostenibles de Itsas Egurra se venden de momento en dos tiendas de Getxo (Vizcaya) y en ferias de artesanía del País Vasco. En un futuro cercano lo harán también en su propia tienda online. No obstante, una de ellas es parte del atrezzo de la obra ‘Al cuerpo de una mujer’ que se representa en el Teatro del Barrio de Madrid hasta el 25 de mayo.
Sus precios oscilan entre los 50 y los 100 euros «en función de la dificultad de su composición», llegando algunas a los 300 euros. «Cada pieza es única. Igual que no hay dos maderas iguales es imposible que haya dos lámparas iguales. Ahí radica la esencia de Itsas Egurra, que es algo 100 % artesano, sostenible y especial», concluye González.