4 motivos para visitar Brihuega más allá de la lavanda, el oro morado de Guadalajara

La lavanda lo puso en el mapa pero son muchos los motivos por los que merece la pena conocer este pequeño pueblo de la Alcarria.

Elisa Ventoso. 03/07/2024
Foto: EVG

Cada mes de julio desde 2015 los campos de lavanda de la comarca de Brihuega atraen a visitantes de dentro y fuera de España gracias a su famoso Festival. Eso no significa que las casi 1.000 hectáreas de plantaciones de espliego de este pequeño pueblo de Guadalajara no se tiñeran de morado con anterioridad. Sino que ha sido ahora, con el nacimiento del festival y el boom de las redes sociales, cuando el destino se ha convertido en una auténtica Provenza española.

Por supuesto, la lavanda es, hasta el momento, el principal reclamo turístico de Brihuega. Pero tiene muchos más ligados a su historia, su privilegiada situación y su rica cultura.

Los campos de lavanda

campos de lavanda
Foto: Cortesía de la destilería Jardín de la Alcarria

La situación geográfica y las condiciones climatológicas y orográficas de Brihuega la hacen perfecta para el cultivo del espliego. Una planta aromática conocida comúnmente como ‘lavanda’ y que sin embargo tiene tres variantes: el espliego, el lavandín y la lavanda fina. Cada una se diferencia de la anterior por la apertura de sus tallos y por la forma de sus cogollos. Sin embargo, su cultivo es igual y su resultado tras la recolección, el mismo.

De sus flores moradas se obtiene, tras un delicado proceso, el aceite esencial de lavanda. Un producto ultra concentrado que se puede usar directamente sobre la piel como repelente de insectos; mezclado con alcohol como ambientador para el hogar; en forma de champú como remedio anticaspa o junto a cremas y cosméticos para masajes relajantes y terapéuticos.

En cualquier caso supone una parte importante de la economía de lugar de la que se puede aprender mucho en destilerías como la del Jardín de la Alcarria, cuyas amables propietarias ofrecen charlas, visitas guiadas y productos artesanos de lavanda en su coqueta tienda a las afueras del municipio.

Un núcleo urbano con mucha historia

cementerio brihuega
Vistas desde el cementerio municipal. Foto: EVG

Otro de los atractivos de Brihuega es el pueblo en sí mismo. Porque lejos de concentrar su belleza solo en sus cultivos, el núcleo urbano tiene mucho que ver. Hablamos de un conjunto histórico amurallado de unos mil habitantes cuyas calles, construcciones y rincones hablan de un riquísimo pasado histórico. Allí vivieron musulmanes y cristianos dando lugar a muchas leyendas e historias que aún se cuentan allí.

Su edificio más antiguo es el castillo de la Piedra Bermeja, que data del siglo X y alberga dentro un pintoresco cementerio y una curiosa capilla otrora cuadra de las caballerías del lugar. Otros de sus lugares especiales son la Iglesia de Santa María de la Peña, la Real Cárcel de Carlos III (1781) convertida hoy en Oficina de Turismo o su antigua fábrica de paños (1750) que desde hace un año es el primer hotel de cinco estrellas de la provincia de Guadalajara.

Una zona para comérsela

restaurante la redonda
Restaurante La Redonda. Foto: Castilla Termal

Un edificio donde merece la pena alojarse, disfrutar de su completa zona termal o, cuanto menos, visitar su precioso restaurante. Cubierto por una espectacular cúpula de vidrio y ubicado en el antiguo patio de la fábrica, el restaurante La Redonda ofrece platos de cocina moderna y recetas típicas de la zona. Como las chuletillas de cabrito a la teja, el arroz con pichón, el borrachito alcarreño o los tontos de Brihuega, entre otros.

Delicias que también se pueden degustar o comprar en los establecimientos del pueblo y que rinden homenaje a la riqueza gastronómica de la región. Es el caso de la miel de lavanda de Apícola Moreno, los productos de panadería y repostería de la Panificadora Cepero, los quesos de Hita o los vinos de la Bodega Rinca Río Negro, por poner solo unos ejemplos.

El festival más famoso de Brihuega

lavanda
Foto Unsplash @joyful_janine

Por último y no menos importante, el Festival de la Lavanda, que ha puesto en el mapa a este llamativo municipio. Una fiesta que atrae anualmente desde 2015 a miles de visitantes que no solo se dejan seducir por los olores y los colores del campo; sino que también participan de actividades culturales, actuaciones musicales e iniciativas de toda índole.

Todo para poner en valor los múltiples atractivos de la que llaman la Provenza española.  A la que, como hemos dicho, le sobran los motivos para conquistar al visitante.

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