Kering prepara una reorganización de sus activos inmobiliarios para el año que viene
La operación formaría parte de los planes del grupo para reducir su deuda y afianzar sus cuentas de cara a 2025.
El grupo Kering afronta 2025 con nuevos retos y entre sus planes estaría una reorganización de sus inversiones inmobiliarias. Según avanza Bloomberg citando fuentes conocedoras del asunto, la compañía ultima planes para refinanciar parte de sus activos inmobiliarios. Entre ellos no se descarta la entrada de inversores externos en una empresa de nueva creación o incluso la salida a bolsa de la misma. Esta última posibilidad ya fue avanzada este pasado miércoles por el diario italiano Il Sole 24 Ore.
Las últimas adquisiciones inmobiliarias de Kering
Recordemos que Kering ha invertido en los últimos años en algunos inmuebles muy relevantes en varias ciudades.
Este año compró un edificio en Nueva York por casi mil millones de euros y otro en Milán por 1.300 millones de euros. Y el año pasado se hizo también con tres inmuebles muy relevantes en París, situados en la rue de Castiglione y la avenue Montaigne.
Kering quiere reorganizar sus activos inmobiliarios
El pasado octubre, en una reunión con analistas, la directora financiera de Kering, Armelle Poulou, se planteó como principal objetivo reducir la deuda neta del grupo en unos 11.000 millones de euros a finales de año, excluidas las transacciones inmobiliarias. A principios de año, Kering ya afirmó que estaba negociando diferentes opciones para sus activos inmobiliarios.
Afectada, como otras muchas casa de lujo, por el frenazo en el consumo de productos premium, la propietaria de marcas como Yves Saint Laurent o Bottega Veneta advirtió en la última presentación de resultados que esperaba que su beneficio para 2024 caiga a su nivel más bajo desde 2016.
En el tercer trimestre de 2024, los ingresos del grupo fueron de 3.786 millones de euros, lo que representa una caída del 15 % en términos reportados y del 16 % en términos comparables respecto al mismo período del año anterior. Principalmente por la debilidad en las ventas de su marca insignia, Gucci, que registró una caída del 26 % en sus ingresos trimestrales, alcanzando los 1.600 millones de euros.
