La industria del lujo cierra un año de cambios y transformaciones
La industria del lujo en 2024 enfrentó varios desafíos significativos que afectaron su crecimiento y estabilidad. Detallamos algunos de los problemas más destacados.
La industria del lujo se ha enfrentado a una gran encrucijada en el año que ya termina. Ha sido un 2024 repleto de cambios en el que muchas marcas han tenido que reinventarse con más o menos éxito. Veamos qué ha pasado en los últimos 365 días.
Crisis de creatividad y caída de ventas
Según estudios como el realizado por la consultora Bain, hubo en 2024 una crisis de creatividad que impactó negativamente en las ventas mundiales de artículos de lujo. Las marcas centraron sus esfuerzos en clientes de alto gasto, lo que llevó a un estancamiento en las ventas globales tras un ligero descenso en el primer trimestre de 2024.
Esta situación fue agravada por subidas de precios y una percepción de que las marcas no lograron mantener sus estándares creativos y de calidad. Por ejemplo, Burberry se ha enfrentado desafíos significativos en su intento por rejuvenecer su imagen de marca y atraer a un público más joven. Lo que le ha llevado a una disminución en las ventas en algunos mercados clave.
La competencia feroz y la falta de cierta falta de sintonía con las nuevas generaciones han sido factores clave. Aunque Richemont posee varias marcas de lujo, como Gucci, ha experimentado una desaceleración en el crecimiento. Esta firma en particular ha sufrido un estancamiento en ventas después de la partida de su director creativo, Alessandro Michele, luchando por mantener el ritmo de innovación y atracción de antaño.
Desaceleración en China
El mercado chino, uno de los pilares del consumo de lujo global, mostró signos de desaceleración. La incertidumbre económica y política en China contribuyó a un fenómeno de “vergüenza del lujo”, donde los consumidores se mostraron más cautelosos en sus gastos.
Este cambio de tendencia afectó negativamente a las ventas de marcas de lujo que dependían significativamente de este mercado. Por otro lado, parte de la moderada caída de ventas en el interior del país se debe a que muchos consumidores chinos realizaron sus compras de lujo en Japón. Todo influido por una revaluación del yuan sobre el yen que ha hecho que sea competitivo comprar en el vecino país.
Incertidumbre económica global
La incertidumbre económica global, incluyendo las tensiones comerciales y las fluctuaciones en los mercados financieros, afectó la confianza del consumidor. Esto llevó a una disminución en el gasto en artículos no esenciales como los bienes de lujo.
Por otro lado, la inflación global afectó el poder adquisitivo y, por ende, el mercado del lujo. Las marcas tuvieron que lidiar con el reto de mantener precios elevados sin perder clientes debido a la disminución del valor real de sus ingresos.
Cambio en las preferencias del consumidor
Los consumidores comenzaron a priorizar experiencias sobre la adquisición de bienes materiales de lujo, lo cual afectó las ventas de productos tradicionales. La Generación Z y los millennials, en particular, buscaron marcas que reflejaran valores de autenticidad, sostenibilidad y compromiso social. Lo hicieron desafiando a las marcas de lujo a adaptarse a estas nuevas demandas, dando importancia a la sostenibilidad y responsabilidad social.
La presión por adoptar prácticas más sostenibles y transparentes se ha intensificado. Y los consumidores exigen una mayor responsabilidad ambiental y social por parte de las marcas de lujo. Lo que supone adicionales inversiones en nuevas estrategias de producción y comunicación para ser competitivos.
Stella McCartney es un referente indiscutible en la moda sostenible de lujo. Su enfoque integral abarca desde la elección de materiales hasta la producción y distribución. Siempre con el objetivo de minimizar el impacto ambiental y promover el bienestar animal mediante el veganismo total. De hecho ella fue una de las primeras marcas de lujo en eliminar por completo el uso de cuero, pieles, plumas y otros materiales de origen animal en sus colecciones utilizando materiales alternativos.
Desigualdad económica
La creciente desigualdad económica influyó en la capacidad de consumo de lujo, con una base de clientes que se redujo en número. No obstante, quienes siguieron comprando fueron más selectivos y exigentes, algo que favoreció, como vimos en un artículo anterior, a marcas como Hermès, especializadas en el nicho de ultralujo.
Estos problemas llevaron a un año complicado para la industria del lujo, marcado por la necesidad de adaptación y reevaluación de estrategias para mantener relevancia en un mercado cambiante.
El futuro inmediato de la industria del lujo
Son muchos años de indudable crecimiento, tanto en ventas como en beneficios así como en capitalización bursátil. Así, el freno de 2024, como hemos visto, no ha afectado a todas las marcas por igual. Probablemente dicho freno vendrá seguido de un nuevo impulso, sobre todo si las compañías que han dado rédito a sus inversores aprenden de los errores del pasado año.