Así son las Greencities, las ciudades en las que a todos nos gustaría vivir
Caminar hacia ciudades verdes, seguras y tecnológicas está a un paso para que nuestra vida en ellas sea menos gris y más verde.
Las ciudades verdes, las ciudades limpias de cemento y revestidas de árboles, de parques y jardines. Es el futuro y de ello comenzamos a ocuparnos con consciencia. El pasado fin de semana, Málaga acogió el foro Greencities, el foro de inteligencia y sostenibilidad urbana. Llegar a ser una ‘ciudad verde’ es ser sostenible con el medio ambiente, reduciendo la polución, los residuos, aumentando los parques, el carril bici seguro y una calidad del aire y del agua excelentes.
Copenhague es la ciudad más saludable para vivir, el top one de las Greencities. En España, Vitoria es la ciudad más sostenible. Pero más allá de rankings, lo interesante es que el presente se encamina hacia un futuro que desea reconciliarse con el ecosistema, con la naturaleza. Las ciudades, en expansión desde la revolución industrial, al fin se modifican para dejar atrás el hormigón y la polución. No sólo los paseos por el campo deben ser saludables, las ciudades deben convertirse en menos hostiles para sus habitantes y mucho más cómodas. Si las sociedades se transforman, las ciudades van a la par, incorporando no sólo la sostenibilidad sino también su potencial tecnológico.
Con la pandemia que vivimos, a lo verde se suma lo inteligente para vivir: seguro y saludable. Las Smart Cities trabajan para ofrecer energía positiva estando conectadas en todo momento a través de softwares que garantizaran la salubridad deseada. Aguaduna es el primer prototipo de ciudad inteligente y sostenible, creado en Brasil y desarrollado en España. Se estima una inversión total de 2 billones de euros en los próximo tres años para ofrecer la primera ciudad en el mundo que busca no sólo recuperar el equilibrio entre naturaleza y sociedad sino también ser el epicentro de la inversión tecnológica y empresarial.
La fusión de saludable y tech ha llegado para quedarse
Armarnos de la tecnología para lograr los objetivos se expande con mayor celeridad en estos últimos meses, donde las empresas y los gobiernos al fin conciben la necesidad de invertir en tecnología para garantizar seguridad. No sólo el teletrabajo ha llegado para quedarse sino también la aceleración tecnológica que nos espera, también para las ciudades. Puede que el término Greencities se quede en breve obsoleto o poco completo para referirnos al futuro de nuestras urbes. Pero hablar de ello y convocar foros como el de Málaga expresa no sólo la voluntad de avanzar con los tiempos sino de hacer de España un lugar líder en bio-tecno-sostenibilidad.
El futuro no existe, es un lienzo en blanco que debemos dibujar para que el presente que nos llega sea mejor. No sólo de los gobiernos y empresas depende, los ciudadanos deben abrir también su consciencia y acercarse al concepto de Greencities e investigar sobre ello. La responsabilidad no es buscar culpabilidad o a quién señalar, es hacerse cargo según nuestro propio potencial. Caminar hacia ciudades verdes, seguras y tecnológicas está a un paso para que nuestra vida en ellas sea menos gris y más verde.