Se hablaba de ella antes de que existiese, algo que ocurrió en 1999. Desde entonces, la tarjeta Centurion es un producto icónico de American Express con un halo de secretismo y prestigio a la altura de sus prestaciones. Y es que este pequeño elemento permite hacer realidad multitud de sueños, vivir experiencias únicas… y pagarlo prácticamente todo.
Estos son algunos detalles que se conocen de ella, porque se desconocen otros muchos, como el número de miembros que la poseen, los gastos a los que tienen que hacer frente para mantenerla, o incluso, los requisitos necesarios para ser titular. El motivo es que garantiza satisfacer cualquier capricho, por caro que sea, como por ejemplo saludar a Mick Jagger en el backstage antes de un concierto de The Rolling Stones.
Cuando el restaurante de Ferran Adrià dio su última cena al público y cerró sus puertas definitivamente, American Express consiguió abrirlo durante 4 semanas más. Lo hizo para los miembros de Centurion que, sin pensárselo dos veces, volaron a España desde todas las partes del mundo para disfrutar de El Bulli. Otra de las hazañas del equipo que atiende las peticiones de esta particular tarjeta fue lograr reabrir Harrods en Nochebuena para que uno de sus titulares pudiera hacer algunas compras de última hora.
En Tailandia sucedió que un miembro Centurion fanático del Real Madrid quiso ver el partido que disputaba su equipo pero el hotel donde se hospedaba con su familia no ofrecía el canal internacional que lo emitía. Una llamada al servicio de atención al cliente y la intermediación de American Express logró solucionarlo. El hotel se conectó a un satélite e instaló una pantalla gigante con un sistema de sonido especial en la piscina de su villa. Así pudo ver el partido con sus hijos y comer unas pizzas mientras tanto.
Así, veinte años después de su lanzamiento, la tarjeta Centurion de American Express sigue siendo la más deseada del planeta. No obstante, se ha sometido a unos pequeños cambios que la hacen todavía más atractiva.
De esta forma, se presenta ahora con su característico color negro pero realizada en acero inoxidable, un material especialmente resistente que le da un aspecto más robusto y poderoso. Al estilo de los antiguos centuriones romanos a los que debe su nombre. Además, a su diseño original clásico se suman ahora dos nuevas versiones de edición limitada. Una creada por el arquitecto holandés Rem Koolhaas y otra por el artista estadounidense Kehinde Wiley de las que tampoco se sabe el número de unidades lanzadas.
Y como vivimos en la era de la tecnología, la tarjeta se convierte ahora en una pulsera inteligente con diseño de Prada. Fabricada en Italia con piel Saffiano negra, la Centurion ahora también se puede llevar en la muñeca como una elegante pulsera unisex. Ésta incorpora un chip de pago imperceptible a la vista que permite realizar pagos sin contacto.
Por cierto, el titular poseedor del wearable puede acercarse a la boutique de la firma italiana más cercana y personalizarla con sus iniciales.
En definitiva, exclusividad y buen gusto que la firma American Express eleva a la enésima potencia con otras experiencias ligadas a los cinco sentidos. Si hablamos del olfato, un aroma único y común define los exclusivos espacios que tiene Centurion en nueve aeropuertos repartidos por todo el mundo como los de Nueva York, Miami o Londres. La fragancia de estas salas pertenece al grupo olfativo floral verde con notas de jazmín blanco, cedro, bergamota, pimienta rosa, lavanda, vetiver y cuero.
Una experiencia no solo para el olfato sino para todos los sentidos, ya que las salas American Express Centurion disponen de spa para disfrutar de distintos tipos de masajes.
En cuanto al gusto, la oferta gastronómica con sello Centurion no se queda atrás gracias a una cuidada carta que diseñan los mejores chefs del mundo. Así pudimos comprobarlo un reducido grupo de periodistas en Madrid, donde la marca presentó todas sus novedades.
Para la ocasión, el chef con estrella Michelin Julián Mármol creó un plato con huevas de caviar Beluga Imperial 000 (o triple cero) inspirado en la nueva tarjeta y su significado. Por eso el núcleo del plato eran 100 huevas (no 99 ni 101, sólo 100) de este exclusivo producto, ya que el significado de la palabra Centurion, en latín, y en la Antigua Roma, era «el líder que dirigía la fuerza de 100 hombres».
El icónico color negro de la tarjeta se consiguió gracias a la tinta del calamar, que junto a la anguila ahumada formaba un exclusivo snack salado diseñado específicamente para esta experiencia «Cinco Sentidos». Ésta se completó con alusión al sentido de la vista, mediante una proyección audiovisual; y el del oído, con exquisita música de piano en directo.
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