Continúa la lucha por la igualdad laboral
La igualdad en el ámbito laboral es una quimera en la que tienen que trabajar conjuntamente ciudadanos, empresas privadas y entidades públicas.
El 8 de marzo cobra mayor importancia conforme pasan los años, pero aún queda mucho por hacer para lograr la igualdad plena entre hombres y mujeres. Al igual que en el cuidado del medio ambiente, cada granito de arena cuenta para lograr este necesario objetivo. Así, tanto los ciudadanos como las empresas y las instituciones tienen mucho que hacer para lograr esa ansiada igualdad laboral, de oportunidades y de derechos.
Los ciudadanos y las empresas tienen mucho por hacer
Por ejemplo, los ciudadanos tienen en su mano educar a sus hijos en la igualdad y promover la igualdad de género en sus entornos sociales para así parar la lacra de la violencia machista. Pero no solo. Porque una educación con valores positivos hará que las niñas de hoy tengan el día de mañana herramientas para ser conscientes de su talento, poner en valor sus capacidades y luchar como merecen por un futuro prometedor.
Para ello las empresas y las entidades juegan hoy día un papel fundamental. A nivel privado, son muchas las firmas que promueven con sus proyectos y acciones la igualdad de género. Es el caso de bancos como BBVA, Banco Santander, Bankia, Caixabank o energéticas como Iberdrola, Endesa o Enagás, entre otras, presentes en el último Índice de Igualdad de Género de Bloomberg del pasado 2020.
De hecho, la ley obliga desde el pasado 7 de marzo a empresas a partir de 100 trabajadores a contar con un Plan de Igualdad. Un texto específico para cada una negociado con la representación legal de los trabajadores o, en su defecto, con una comisión negociadora.
Planes de Igualdad y salarios, los próximos objetivos de la igualdad laboral
Se trata de una medida incluida en el Real Decreto 901/2020, de 13 de octubre, que entró en vigor el pasado mes de enero y que regula los planes de igualdad y su registro. Un texto que insta a las empresas, con independencia de su número de trabajadores, a adoptar, previa negociación, medidas dirigidas a evitar cualquier tipo de discriminación laboral entre mujeres y hombres.
Esto se traducirá, con seguridad, en la disminución de la llamativa brecha salarial del 23% que en la actualidad existe entre hombres y mujeres, según el INE. Algo que también será regulado en apenas unos días (el próximo 14 de abril) con la entrada en vigor de otro real decreto, el 902/2020.
El talento no tiene etiquetas
Estas acciones demuestran que también el Gobierno y las instituciones públicas están trabajando para dar cada vez más visibilidad a las mujeres en el ámbito laboral. Por ejemplo, la Consejería de Políticas Sociales, Familias, Igualdad y Natalidad de la Comunidad de Madrid tiene en marcha un programa en colaboración con la Fundación Adecco llamado “Talento sin etiquetas”.
Un proyecto con actuaciones específicas para la búsqueda de talento, el conocimiento de los derechos laborales y la atención psicológica en caso de discriminación en el ámbito laboral. Unos ítems fundamentales para las mujeres en riesgo de exclusión social, un colectivo especialmente vulnerable y con serias dificultades en ocasiones para enfrentarse a los procesos de selección o detectar las situaciones de abuso laboral, entre otros.