Alta costura en la nieve

El diseñador francés André Courréges ha sido considerado como un visionario de la moda, un revolucionario que cambió los patrones de consumo, rompió las normas, para crear una moda original, con propuestas innovadoras que le llevaron a ser considerado el padre del Prêt-à-porter; Courréges no creó una marca, creó un estilo; jugó con minifaldas de vértigo, con líneas atrevidas y con la sensación de que la belleza es tan importante por dentro como por fuera; fue quien animó a las madres a vestir como sus hijas y a las hijas a entender y admirar la decisión de las madres.

Su fallecimiento a principios de este año dejó un impresionante legado que hoy toma cuerpo ante la inminente llegada de la temporada de esquí, en la unión de su empresa Courréges con la compañía americana Roxy, hermana de Quiksilver, marca de ropa femenina fundada en 1990 con especial vinculación a artículos para surf y nieve y entre ambas crear una gran colección de alta costura al servicio de la mujer y los deportes de invierno.

La colección, que será presentada en los próximos días, está compuesta de seis piezas para esquí y snowboard; es una conjunción entre el diseño de la ropa de calidad y fiabilidad técnica de Roxy, con el estilo vanguardista y refinado de Courréges; algo que garantice comodidad, protección, impermeabilidad y transpiración, mientras da un toque minimalista a sus prendas, con colores vivos, fluorescentes, que nos acercan a la cultura del esquí de los años 80. Algo así como confort, glamour, buen gusto y estilo, capaz de satisfacer los criterios más exigentes.

La unión de las dos marcas icónicas viene a dar continuidad a una primera versión de la colección lanzada el pasado verano para la playa y deportes de agua, combinando el color blanco con tonos naranjas.

El lanzamiento de la colección ha contado con la colaboración de dos grandes campeonas del deporte; en ropa de verano y baño, la seis veces vencedora del mundial de surf, la australiana Stephanie Gilmore y para la ropa de invierno y esquí, la campeona olímpica en snowboard, Torah Bright. Dos atletas que representan fuerza y estilo, fiabilidad e innovación, que es justo el guiño que se pretende en la unión Roxy – Courréges.

La atracción de las grandes marcas por el deporte, en un mercado cada vez más atomizado, es algo que resulta imparable. Hay una creciente demanda de ropa deportiva de alta gama que invita a los diseñadores a innovar, arriesgar y bucear en un territorio que exige calidad y diseño. Nuevas tendencias donde predominan las formas, pero también el detalle y la credibilidad, para una mujer moderna, atrevida y de gran personalidad, que quiere practicar deporte con un estilo refinado y elegante. La comodidad es esencial en este sector, pero esto no significa sacrificar la moda.

Más de dos millones de españoles se preparan ya para acudir durante este invierno a alguna de las 38 estaciones de esquí que tenemos a lo largo y ancho de nuestra geografía, un buen momento para chequear el armario y desatar la fantasía de un sello, una cultura imperecedera convertida en filosofía.