A pequeños males, grandes remedios. Eso debió pensar Apple cuando presentó los primeros AirPods junto al iPhone 7. Fue el primer teléfono en eliminar el histórico conector para auriculares, y los populares cascos totalmente inalámbricos de los californianos fueron la solución para seguir escuchando música. Sin limitaciones, sin cables, como por arte de magia, mientras creaban un nuevo símbolo de estatus y éxito.
Hoy los AirPods se pueden ver en absolutamente todas partes. Apple innovó y convirtió un pequeño accesorio en uno de los productos más exitosos de la historia de la compañía. La cosa no se quedó ahí, y su magia se fue extendiendo hasta los cuatro modelos entre los que hoy podemos elegir.
He estado probando estas últimas semanas la segunda generación de AirPods Pro, el modelo más aspiracional de la gama. Mezclan un increíble sonido con cancelación de ruido gracias a la tecnología más miniaturizada de la industria, en un diseño cómodo y reconocible. Las expectativas estaban altas, y adelanto mi conclusión: valen cada euro que cuestan. Vaya locura.
Tras el enorme éxito de los AirPods de bastón, Apple tenía claro que la línea de auriculares había que explotarla. El apellido “Pro” llegó 4 años después, en 2019, y nos conquistó con la espectacular cancelación de ruido activa y el nuevo diseño de tapón que se ajusta perfectamente a la anatomía del oído (no se caen ni intentándolo).
Tuve la suerte de ser uno de los primeros bloggeros en probarlos en su lanzamiento. Es impresionante la seguridad con la que Apple nos convenció de que su producto era inigualable mientras otros fabricantes como Sony ya habían intentado algo similar sin demasiado éxito.
¿Cómo mejorar algo que ya era prácticamente perfecto? Ardua tarea que los de Cupertino han manejado hábilmente utilizando su mejor baza: los chips de audio diseñados a medida. Esta segunda generación que llega varios años después es una pequeña puesta al día, al mismo tiempo que han mejorado aquellos aspectos claves para la comodidad en el día a día. Por ejemplo los controles de presión, la batería o su nuevo estuche. Hoy los AirPods Pro siguen siendo eso, insuperables.
Lo digo con conocimiento de causa, pues por mis manos pasan decenas de auriculares inalámbricos todos los años, incluidos algunos de marcas tan reputadas como Google, Nothing, Bang & Olufsen… Hasta hoy, ninguno ha conseguido que deje los AirPods aparcados en casa. Siempre termino volviendo a ellos.
Que Apple piensa sus productos al detalle, no es una novedad. Que esta nueva generación no sea una excepción, tampoco resulta extraño. Esa parte casi mágica de la que hablaba al principio no es casualidad. Es un efecto WOW que la marca trata sistemáticamente de conseguir. Desde el mismo momento que recibes los auriculares, ese efecto se mantiene.
La simplicidad con la que Apple ha diseñado los AirPods Pro está expresada en toda la experiencia. Los sacas de su paquete, abres el estuche y aparece una animación en el iPhone para conectarlos con un solo toque. Están listos para usar. Según te los pones, la pantalla del móvil te enseña a utilizarlos en un tutorial que apenas dura 2 minutos: todo es muy intuitivo.
Si tienes otros cacharros de Apple, como un iPad o un Mac, los auriculares también se conectan y pasan de uno a otro automáticamente. Por ejemplo, si estás viendo una peli en el iPad y te llaman por teléfono, se reconectan al iPhone sin tocar absolutamente nada. La magia de la tecnología.
Los auriculares hacen exactamente lo que esperas de ellos. Siempre. Han añadido un par de mejoras sutiles, pero de valorar positivamente. La primera son los sensores de presión en la varilla (por llamarla de alguna forma). Ahora permiten también ajustar el volumen deslizando el dedo, además de pausar la música o activar la cancelación de ruido. Esto se ha conseguido con múltiples algoritmos que diferencian entre pulsar y deslizar.
Por otro lado, la batería ha subido hasta unas prometidas 6 horas de música sin interrupción, que más o menos los AirPods Pro consiguen si no abusamos del volumen.
En estos últimos años, Apple se ha centrado en desarrollar sus propios procesadores. Han dado un salto gigantesco en este sentido y buena prueba de ellos son los nuevos Mac, auténticas bestias sin rival. Los auriculares no se han quedado atrás: estos nuevos AirPods Pro estrenan el chip H2. El procesador es la razón de ser de esta segunda generación, que estrena superpoderes para hacer la experiencia aún más redonda.
El salto adelante en cuanto a sonido es muy notable. Acostumbrado a la primera generación de los AirPods Pro, una primera escucha con estos me hizo darme cuenta de que la música suena más nítida, con más matices y menos distorsión.
Esta idea se ha reafirmado a medida que los he ido utilizando. El sonido es muy equilibrado en todos los aspectos, y se comporta muy bien en temas de rock o hip-hop donde los graves bien marcados sacan pecho. La nueva configuración acústica con ecualizador inteligente, cumple.
Es también de valorar el esfuerzo de Apple en traer el audio espacial a los contenidos que consumimos todos los días. Ofreciendo una experiencia envolvente que podemos personalizar mágicamente escaneando nuestras orejas con la cámara del iPhone. Es un proceso que apenas dura un par de minutos y mejora la colocación de las voces y los instrumentos en el campo sonoro. En Apple Music hay miles de álbumes grabados en Dolby Atmos que merece la pena escuchar con los nuevos AirPods Pro.
La cancelación de ruido también ha mejorado significativamente. Apple promete que es el doble de potente respecto al modelo anterior. No sé si tanto, pero desde luego se nota que ha evolucionado y que resuelve mejor ciertos escenarios más complejos como las cafeterías o los autobuses. El ruido ambiental desaparece casi por completo y sin generar presión en los oídos.
Por otro lado, el modo Transparencia es de lo mejorcito del mercado. El chip H2 analiza el sonido ambiente unas 48.000 veces por segundo y lo deja pasar, al mismo tiempo que filtra los ruidos más desagradables como las sirenas de ambulancia o la maquinaria, quedando un resultado bastante natural que hace creer que no llevas los AirPods puestos.
Lo que solo Apple es capaz de hacer con su nuevo procesador es el nuevo modo Adaptativo, que mezcla automáticamente entre cancelación de ruido y transparencia para bloquear los ruidos molestos y dejar pasar solo aquello que necesitas escuchar. Sin que hagas nada. Es ideal, por ejemplo, para trabajar en casa.
La inteligencia de nuevos AirPods Pro también ajusta el volumen automáticamente, dependiendo del nivel de ruido del entorno y tus preferencias, para cuidar tu audición; o si empiezas a hablar con alguien en la vida real, baja el volumen y realza la voz de la persona que tienes delante para que puedas hablar sin quitarte los cascos. La única pega es que si tatareas tu canción favorita, en breves dejas de oírla.
Merece una mención especial el nuevo estuche que Apple ha actualizado muy inteligentemente para esta segunda generación. Es, para empezar, el lugar donde se cargan los AirPods. Y ahora lleva una batería más grande que permite hasta 5 cargas completas de los diminutos auriculares.
Lleva añadidas algunas comodidades para el día a día: resistencia a salpicaduras, un enganche para un cordón, luz más potente y un pequeño altavoz que emite breves sonido cuando, por ejemplo, se pone a cargar.
La marca ha actualizado la conexión para que sea USB-C, como la de los nuevos iPhone. Aunque se pueden cargar de forma inalámbrica con MagSafe o el cargador magnético del Apple Watch. El estuche incluye también el chip U1 de banda ancha, el mismo que incluye los pequeños localizadores AirTag, para que en la app “Buscar” se puedan ubicar los auriculares en cualquier momento y utilizar la función de Localización precisa para encontrarlos siguiendo las flechas y vibraciones en el iPhone. Muy cómodo para que los AirPods no vuelvan a esconderse bajo la almohada o en el bolsillo de una chaqueta.
Apple ha vuelto a triunfar con los AirPods Pro. La primera versión me ha acompañado durante más de 4 años y en todo este tiempo han sido mis auriculares de preferencia. Ningún otro ha conseguido ocupar su hueco. Ahora la nueva generación sirve para poner los puntos sobre las íes, utilizando la tecnología tras el nuevo chip H2 y un poquito de ingenio para convertir en excepcional algo que ya era muy bueno.
Los AirPods Pro se pueden comprar por 279€, y creo que son lo mejor de su segmento de precio. Reitero lo que decía al principio: valen cada euro que cuestan. Me atrevo incluso a decir que superan a otras opciones más caras. Compra de acierto asegurado que además puedes personalizar grabando tu nombre o emoji favorito desde la web de Apple.
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