La cara oculta de Juan Roig, el presidente de Mercadona

El pasado mes de abril el empresario valenciano Juan Roig líder de Mercadona, se convertía en el primer español en entrar en la academia de emprendedores distinguidos de Babson College. El principal hall of fame del sector en el mundo, pasando a formar parte de un selecto grupo de personas que han contribuido significativamente al desarrollo de la libre empresa. Junto a Roig figuran en la academia personalidades como Ray Kroc, empresario americano fundador de McDonalds; Soichiro Honda, el ingeniero japonés fundador de la compañía de coches y motos Honda; o el magnate australiano Rupert Murdoch, director ejecutivo y principal accionista de Fox News, que comprende medios como The Sun y The Times y cadenas de televisión como Fox y Sky.

Roig, presidente de Mercadona, con una facturación de 20.000 millones de euros al año en sus 1.620 supermercados repartidos por toda España, que dan trabajo a 76.000 empleados, es uno de los empresarios de moda en nuestro país. Según la revista Forbes, la tercera fortuna de España, sólo superada por la del fundador de Inditex, Amancio Ortega y su hija Sandra. Tiene una pasión oculta, el deporte; por ello en el pasado ejercicio dedicó 35 millones de euros al patrocinio y mecenazgo de deportistas y clubes valencianos, en lo que resulta una inyección económica clave, que empieza a dar frutos importantes y que alcanza su sexta edición durante 2018.

La escasa inversión del Estado en deporte, en comparación con otros países, ha hecho del mecenazgo deportivo en España un factor determinante para la buena salud de equipos y atletas. La ley de mecenazgo promueve el apoyo a clubes, deportistas y entrenadores, así como el fomento de infraestructuras, investigación y programas de gestión deportiva. Aprovechando que el deporte es un vehículo poderoso y también los beneficios fiscales que conlleva, son muchas las empresas que deciden incluir dentro de su estrategia de marketing la promoción deportiva mediante el patrocinio.

Juan Roig lo ha hecho siguiendo tres vías paralelas, pero con un mismo fin. Primero, la Fundación Trinidad Alfonso, una fundación sin ánimo de lucro que toma el nombre de la madre de Roig y que bajo el lema ‘La cultura del esfuerzo’ participa en la organización de eventos deportivos como la maratón de Valencia y ayuda a 127 deportistas valencianos. El proyecto FER destina becas que van entre los 15.000 euros por atleta para el grupo “élite”, deportistas de alto nivel nacional e internacional. Aporta 7.500 euros para las “promesas”, donde se da cabida a competidores que ocupan la primera línea del panorama nacional y empiezan a destacar en el escenario internacional y 2.000 euros para el grupo “vivero” compuesto por jóvenes talentos con una proyección definida.

Una segunda vía de patrocinio es la del Valencia Basquet, equipo del que Roig es su factótum, máximo accionista y además su proyecto favorito. El 70 % del presupuesto del club proviene de la aportación del empresario, cuyo sueño de joven era ser jugador profesional de baloncesto, calculándose que ha invertido más de 200 millones de euros y que hace dos años hizo historia ganando su primer y único título de Liga ACB Endesa. El mecenas controla el 72 % de las acciones a través de la empresa Forns Valencians Forva y se hizo con el club en 1986, cuando militaba en la Liga EBA. Ahora trabaja en la construcción de un nuevo pabellón deportivo, el Arena Valencia Basquet que sustituirá al actual Fonteta de San Luis, con capacidad para 15.000 espectadores y cuyo coste ascendería a 150 millones de euros, que cubriría íntegramente el propio Roig.

La tercera vía del patrocinio y/o mecenazgo de Juan Roig con el deporte valenciano, son las infraestructuras, de las que el pasado año se beneficiaron más de 100.000 niños y jóvenes en la Comunidad, con la inauguración de  L’Alqueria del Basket, el mayor centro de formación de baloncesto de Europa a cuyo proyecto Roig destinó 18 millones de euros. Unos 15.000 metros cuadrados que albergan 13 canchas de baloncesto, nueve cubiertas y cuatro exteriores, equipadas con parquet y todas ellas con sus correspondientes vestuarios, gimnasio y zona médica. Un espacio ideal para que los niños puedan practicar el baloncesto de formación en las mejores condiciones y atendidos por cerca de un centenar de profesionales. El complejo se ubica en unos terrenos municipales anexos al Pabellón de la Fuente de San Luis que el Ayuntamiento de Valencia ha cedido por 50 años, tras los que la parcela y las instalaciones revertirán a la ciudad.

Invertir en deporte se ha convertido en algo más que una opción, el número de negocios relacionados con el mundo del deporte ha crecido exponencialmente en los últimos años, resultando una apuesta sólida que advierte valores muy aceptados por la sociedad, mientras contagia talento y esfuerzo. Juan Roig lo ha tenido muy claro desde el principio y el deporte valenciano se ha convertido en un gran vehículo para un largo camino repleto de éxito y de ilusión. El objetivo, lograr que, al menos 50 deportistas valencianos, estén presentes en los próximos Juegos Olímpicos de Tokio 2020.