Pink Power

Vuelan de las tiendas especializadas. Se agotan en las webs oficiales. Si las dos grandes firmas de ropa deportiva, Adidas y Nike, albergaban alguna duda sobre su éxito, ésta ha desaparecido. Las camisetas rosas de Barça y Real Madrid son todo un éxito de ventas. 

Los azulgrana (Nike) las visten únicamente en las sesiones de entrenamiento, pero el club catalán no para de colgar en sus redes sociales fotografías y vídeos de las sesiones preparatorias de sus jugadores y la zamarra rosa empieza a ser todo un must entre los aficionados.

El Real Madrid (Adidas) evita, por su parte, hablar de gafes o similar tras los últimos resultados del equipo vistiendo la atrevida camiseta (4-2 perdieron ante la Real Sociedad) y lo cierto es que las ventas son la antítesis de la derrota, ya que han aumentado considerablemente estas dos últimas semanas.

Las puedes amar, las puedes odiar pero están ahí y marcan tendencia. Barça y Real Madrid no son pioneros en la utilización del color rosa en su vestuario oficial. Que pregunten a los seguidores de Boca Juniors cómo les sentó que la segunda equipación fuera de este color la pasada temporada.

Con al presión de la afición en general y de las ‘barras bravas’ en particular, el equipo argentino esperó hasta el último partido para lucirla cuando ya nadie tenia nada que jugarse. Un contrato de 34 millones de dólares por cuatro años con Nike lo hicieron posible, a pesar de las pintadas de los seguidores más radicales tres días antes del encuentro ante Rosario Central. En ellas dejaban bien claro que si se alineaban con la rosa… «el partido no se juega».

Si en Sudamérica ha costado más que se imponga este ‘pink power’ futbolístico, en Europa se ha aceptado mucho mejor.  Palermo, Juventus, Málaga, Burdeos y el Evian han sido algunos de los clubs que han apostado por la valentía y la modernidad en un mundo tan clásico como el del fútbol.

La Unione Sportiva Città di Palermo es la entidad que desde 1907 ha vinculado el rosa a su historia. Sustituyó ese año el rojo y azul por este tono y lo mantiene actualmente con un único ‘parón’ entre los años 1936 y 1942 debido a la prohibición de vestirlo durante el régimen de Mussolini.

Innovar en el sur del nuevo continente ha sido mucho más difícil. Y sino, que se lo digan al Everton de Viña del Mar (Chile), que presentó un diseño rosa con una banda azul y dorada allá por el 2010 y ante la avalancha de críticas decidió buscar un nuevo tono el en pantone para saltar al terreno de juego.