Verano en la montaña: cómo realizar las primeras ascensiones
Javi Alonso, subcampeón del Mundo Máster en Slálom, montañero, fotógrafo, nos da las claves para convertir nuestro verano en la montaña en un éxito y lograr las primeras cimas de la mejor manera posible.
Si eres de los que llega el verano y sólo piensa en disfrutar de la montaña, sigue leyendo. Te vamos a dar las claves para adentrarte en la montaña desde otro punto de vista. Convertirte en un montañero que busca la cima de la manera más sencilla, segura y con todo controlado. Todo esto es posible incluso en las cimas más pequeñas.
Porque ascender una montaña puede ser una actividad más compleja de lo que parece. En algunas ocasiones, coronar cumbres siguiendo un simple sendero es posible, mientras que otras exigen un mínimo de orientación y preparación por la ladera si no hay camino señalizado. Aunque también te pueden suponer mucho más esfuerzo del que pensabas y ponerte en peligro. Hay montañas para todos los niveles.
Por eso, para tener un verano diferente, te vamos a dar las claves del Subcampeón de Mundo Máster en Slálom para ir a la montaña. El leonés Javier Alonso Teresa se hizo con la plata en el Campeonato del Mundo de categoría máster en Cortina d’Ampezzo. Hace unos años se apartó de la competición para seguir su carrera de ADE y sus labores de entrenador y profesor del Centro de Formación de Profesores de esquí alpino en el Valle de Arán. Alonso, embajador de Helly Hansen, es un apasionado de la fotografía, la montaña y de los deportes en general.
1. Planificar la ruta
“Lo primero y más importante es planificar la ruta. Debemos informarnos de la dificultad, tipo de ascenso y tiempo aproximado antes de aventurarnos; y, lo más importante, el descenso, puesto que la mayoría de accidentes se producen en esa fase. Normalmente ascenso y descenso se efectúan por el mismo sitio, pero no siempre sucede así. Por eso debemos tener perfectamente clara la ruta antes de salir de casa. Podemos encontrar información de la ascensión las numerosas guías físicas o reseñas de otros montañeros que relatan la ruta detalladamente en su blog”.
Es recomendable seguir un track, ya sea con el teléfono móvil o con un reloj GPS. Para el móvil podemos utilizar la App Wikiloc, que nos permite grabar la ruta desde casa, o cargar la que otro montañero ha creado previamente, y seguirla. Además, funciona sin cobertura.
2. Tener en cuenta el clima y el horario
La montaña en verano no es sinónimo de buen tiempo. Y siempre hay que ir preparado para todo. “En cuanto a la climatología, hay que asegurarse de que las condiciones van a ser favorables, pues no nos gustaría encontraros en la cima de una montaña con una tormenta. Gran cantidad de ascensiones que no suponen prácticamente riesgo ni dificultad, pueden convertirse en un infierno por una simple llovizna o nimba que moje la roca y se vuelva resbaladiza. Además, si vamos a subir a una cima en la que el viento azotará sin opción de resguardo, debemos llevar siempre la ropa de abrigo adecuada para la temperatura y viento previstos para ese día”. En la montaña, siempre ropa de abrigo, por si acaso.
“Debemos tener en cuenta el horario. Si se trata de nuestra primera o primeras cimas que vamos a subir, probablemente no seamos conscientes del tiempo que nos va a llevar la actividad, solamente analizando los desniveles y km de la ruta. Evidentemente, no se camina a la misma velocidad por un sendero que por la empinada ladera de una montaña. Normalmente todas las rutas reseñadas marcan un horario aproximado. En él suele haber un abanico de tiempo, ej.: entre 4,5 h y 6 h, dependiendo de la forma física y técnica de cada uno”. Siempre piensa en más tiempo por si acaso.
Para no tener problemas, “siempre es recomendable calcular el horario y asegurarse de terminar la ruta sin que nos pille la noche o el mal tiempo. Además, es muy recomendable madrugar, ya que, en montaña, el clima se altera normalmente por las tardes, y más en verano”.
3. Valora el nivel de dificultad
“Normalmente todas las guías y reseñas se rigen por la graduación de la Unión Internacional de Asociaciones de Alpinismo (UIAA), en la que se valoran dos aspectos de ascensión. Por un lado, se trata de la dificultad de pasajes concretos en una escala de I a IV . Y, por otro, la dificultad general de la ascensión o itinerario con una escala de SD/F a ED”.
“La I se refiere a una trepada donde es necesario apoyar los brazos. Requerido el uso de las manos para guardar el equilibrio. La II corresponde a una trepada con muy buenos agarres en el que se usan los brazos para progresar. Trepada por una ladera con pocos agarres. En el ascenso se utilizará la cuerda con personas poco experimentadas, a la vez que se recomienda la cuerda durante el descenso”.
La III significa que es una escalada que puede llegar a ser vertical, pero con buenos agarres. Se puede necesitar la cuerda para ascender. El descenso se realizará en rapel. Se necesitan conocimientos técnicos de progresar, asegurar y rapelar. Ascensión complicada en condiciones invernales. Se necesitan pies de gatos para personas no expertas. Y, por último, el IV es una escalada propiamente dicha. Vertical con buenas presas, chimeneas, diedros, fisuras poco verticales. Se requiere una buena condición física. Se necesitan pies de gatos”. Tener mucha seguridad e ir acompañado es lo más importante. En la montaña no te creas que puedes con todo.
4. Usa material de montaña
“Aunque debería ser norma para cualquier actividad de montaña, ya sea por sendero o una ascensión, siempre debemos llevar algún ‘por si acaso’. Actualmente está muy de moda salir a la montaña con material ultra light, pero si el clima cambia o sufrimos un pequeño accidente, si no llevamos una mochila con algo de ropa de abrigo y una prenda cortavientos, podemos pasar uno de los peores ratos de nuestra vida esperando al rescate. Más aún si vamos a coronar cimas de montañas, donde al salirnos de un sendero, puede que el horario previsto se alargue y, si el clima cambia, no tengamos un resguardo tan evidente”.
Sal de dominguero si vas a dar una vuelta por tu barrio. A la montaña, siempre equipado. “Por ello, no deben faltar unas zapatillas o botas que sujeten bien el pie, pantalón, una capa interior que abrigue lo suficiente, y una capa exterior aislante del viento y agua. Además, si la ascensión discurre por un pedrero muy empinado es muy recomendable llevar casco. No podemos olvidar los indispensables: botiquín, manta térmica, frontal con pilas, comida y bebida”.
5. El ascenso y el descenso
“Siempre es más difícil bajar que subir y, en el caso de confundirnos en algún tramo de subida, puede provocar una bajada peligrosa hasta volver a retomar el camino correcto. Por ello, es recomendable levantar bien la cabeza, incluso hacer varias paradas para volver a analizar el ascenso más evidente o comprobar el track en nuestro dispositivo”.
“Es muy útil el uso de bastones cuando ese trata de terreno blando, pero molestan cuando debemos subir por una pedrera de rocas grandes. Si el ascenso y descenso se efectúan por el mismo sendero, una buena opción será dejar los bastones a la falda de la pedrera. Lo mismo ocurre si llevamos grandes mochilas, podemos cargar con una sola, en la que llevemos algo de ropa, agua y comida, y recuperar el resto del equipaje a la bajada”.
“Durante el descenso debemos ser más precavidos que en el ascenso, pues se trata de la parte más peligrosa. Es importante mantener los pasos firmes, y en las zonas más empinadas o resbaladizas, acercar las nalgas a la ladera de manera que, si resbalásemos, la caída sea mínima. Asimismo, en los pasos más delicados donde la pendiente es más vertical, es recomendable girarse y bajar de cara a la montaña, de esta manera dispondremos de cuatro puntos de apoyo: las dos manos y los dos pies”. Además, en la bajada ya estamos más cansados.
Si tienes vértigo, no es una actividad recomendada ni aconsejable para ti, aunque siempre podrás hacer rutas de trekking por los senderos que transcurren por las baladas de las montañas.
¿Dónde dormir en la montaña al aire libre?
No está permitida la acampada con tienda de montaña en muchísimos lugares, pero si encuentras una finca privada, o un lugar permitido, una tienda de campaña te puede venir bien.
Si vas en busca de un refugio de montaña, debes tener en cuenta que hay aforos reducidos en muchos lugares, en otros tendrás que reservar con tiempo. Los de Alta Montaña siempre tienen un espacio para emergencias por si lo necesitas por inclemencias del tiempo o cualquier otra necesidad. Pero para emergencias, no porque se te haya hecho de noche, o estás cansado.