El revival de adidas ya está aquí. Icónicas zapatillas que han vuelto al mercado con una fuerza renovada, gracias entre otras cosas al boom de las teenegers americanas que han decidido que es la zapatilla de moda en Instagram. La venta del modelo Stan Smith es una locura. Según las estimaciones, la firma alemana cuenta con el 10% del total del mercado de deportivas en Estados Unidos, el mercado del consumo por excelencia, y su objetivo es llegar al 25 % de cuota de mercado.
Pero llegar a duplicar la posición de mercado no es fácil. En la última década el terreno se lo han comido Nike, con una agresiva campaña de publicidad y modelos cápsula con grandes deportistas, y Puma, que gracias a su apuesta por el segmento alto dentro del deporte también está consiguiendo el milagro de la recuperación. adidas probablemente no ha hecho bien los deberes en cuanto al posicionamiento de segmento y la distribución.
Y además está la especialización de adidas en ropa deportiva. Es evidente que el Mundial de fútbol de este verano ayudará a incrementar sus ventas en todo el mundo, como ya pasara hace cuatro años con la venta de la equipación del equipo nacional alemán, pero el fútbol no es el deporte rey en los Estados Unidos y aún le queda tiempo para imponerse a otras competiciones en las que adidas simplemente no cuenta.
Para ayudar al revival de la marca madre, adidas cuenta con la segunda marca, Reebok, que tras una fortísima recuperación será el lanzamiento estrella. Desde la multinacional alemana aseguraban este fin de semana en una entrevista en el FT que los embotellamientos en la distribución en Estados Unidos y Canadá ya están solucionados y que el lanzamiento será en todo Estados Unidos. Junto a la distribución física, adidas apuesta por el comercio electrónico y ha anunciado la apertura de un nuevo hub para incrementar sus ventas en la red que el año pasado supusieron unos 1.500 millones de euros.
En todo caso, adidas necesitará algo más que una buena distribución para doblar el tamaño en Estados Unidos, donde no solo Nike y Puma están comiéndole el terreno, también firmas como Under Armour han conseguido posicionarse en los últimos cinco años gracias a un mejor conocimiento del mercado y una estrategia definida en redes sociales de nicho.
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