Comienza el ‘Juego de Tronos’ en LVMH

Bernard Arnault se enfrenta a uno de los movimientos directivos más ambiciosos realizados por LVMH en los últimos años. El actual presidente ejecutivo de Dior, Sidney Toledano, que ha trabajado en esta filial desde hace más de 20 años, se va a encargar de la división de moda de todo el conglomerado. Una decisión que afecta también a Fendi, porque su director, Pietro Beccari, sustituirá a Toledano al frente de Dior.

El principal damnificado es Pierre-Yves Roussel, que se hace a un lado dentro de LVMH para asesorar al presidente y esperar nuevo destino. Algunos creen incluso que Bernard Arnault, a sus 69 años, está preparando el escenario para una futura jubilación y que estos cambios podrían estar encaminados a formar a su sucesor.

El vacío que genera Sidney Toledano en Dior es sensible. Lleva en la firma desde 1994 y el propio Arnault no ha escatimado elogios para agradecer su trabajo: «Es la fuerza detrás del gran éxito de Dior en el mundo. Durante los últimos 25 años, ha conducido un trabajo sobresaliente en su desarrollo». Suya fue la decisión de poner al frente del proceso creativo de Dior a una mujer, la primera que ocupaba ese cargo.

Maria Grazia Chiuri ha dejado patente en las cuentas del negocio (ventas de 1.900 millones de euros, un incremento del 5 % en 2016) que la ausencia de Raf Simons (también fichado por Toledano) no ha sido tan dramática. Decisiones como ésta le llevan ahora a ocupar la jerarquía en la división de moda de LVMH.

Por otro lado, Pietro Beccari se enfrenta al reto más importante de su vida en Dior. Maneja como nadie la escena pública y cree que el patrocinio es un arma muy positiva para las firmas de lujo. En Fendi ha estado cinco años y ha financiado proyectos como la reforma de la Fontana di Trevi. Pero antes en Louis Vuitton impulsó campañas de colaboración con cantantes, artistas, actores y deportistas. Veremos cómo afronta Dior esta nueva etapa con el poder italiano de Chiuri y Beccari al frente.